«La soledad es muy hermosa … cuando se tiene junto a alguien a quien decírselo»
Gustavo Adolfo Bécquer
Segundo entreno importante de cara al reto del verano y de nuevo buenas sensaciones, poco a poco vamos creciendo en busca del estado de forma ideal. Esta vez repetimos distancia del primer entreno de larga distancia pero incrementamos el desnivel. Dejamos para las próximas semanas el incremento en la distancia que ha de llegar.
En esta ocasión nos acercamos a una zona que desconocía y que tenía muchas ganas de conocer. Navegando por Wikiloc encontré la Senda Negra (lo puedes ver aquí) que recorre algunos de los pueblos negros de Guadalajara y sube al famoso pico Ocejón, todo un referente en las montañas de Guadalajara. La ruta era de 50Km con +2600m, distancia y desnivel ideal para este segundo entreno. Por las fotos que pude ver previamente la ruta prometía y vaya si cumplió. El recorrido es simplemente espectacular, muy variado y sorprendente a cada paso. Fuimos allí a conocer esta zona y creo que volvimos todos, yo al menos sí, enamorados de la belleza del sitio en un día que además meteorológicamente acompañó con cielo despejado con nubes altas, frío a primera hora y agradable después. La soledad de todo el recorrido también forma parte de su encanto. Es increíble que una zona tan cerca de Madrid esté prácticamente despoblada.
Pues allí nos plantamos con las primeras luces del día File, Xavi y yo dispuestos a disfrutar de un gran día montaña. Dado que el recorrido es circular nos acercamos al pueblo que nos quedaba más cerca de casa: Campillejo. Consecuencia de ello es que nos toca empezar fuerte subiendo el Ocejón por un cortafuegos muy vertical. La subida se hace dura pero las increíbles vistas van compensado el esfuerzo.
Poco a poco vamos ganando altura y conforme lo hacemos el bosque de pinar inicial va dejando paso a pequeñas plantas que finalmente van desapareciendo en favor de la piedra cara vista que nos acompañará hasta la cumple. El terreno es incómodo de recorrer porque las losas de pizarra suelta por donde discurre el camino resbalan unas sobre otras complicado la subida. En cualquier caso estamos recién salidos y todavía frescos y una vez pillado el truquillo hasta es divertido 🙂
Casi llegando a la cumbre el escenario de bloques de piedras en que estamos inmersos nos sigue sorprendiendo. Un auténtico privilegio poder estar aquí.
Según vamos ganando altura nos vamos encontrando con las últimas acumulaciones de la nieve tardía que ha caído esta primavera y que intenta sobrevivir a las relativamente altas temperaturas de medio día. Así saltando entre piedra y piedra finalmente llegamos arriba.
Desde donde iniciamos una vertiginosa bajada hacia Valverde de los Arroyos por un sendero estrechito y muy poco pisado que me encantó. Son momentos mágicos donde debes poner todos los sentidos en cada paso que vas dando por el camino y donde todo lo demás desaparece. Son minutos muy especiales de paz y donde consigues casi de una manera mágica fusionarte con la naturaleza que te rodea. Lógicamente después de esa experiencia el buen humor y las sonrisas es lo que marca al grupo. Las caras lo dicen todo, disfrutamos como niños.
Ha pasado poco más de media hora desde que coronamos el Ocejón y mirando atrás parece mentira que hace tan poco tiempo estuviéramos ahí arriba, pero si, ahí arriba estábamos. Como relataba ha sido una bajada muy rápida. De pronto giramos una montaña y nos encontramos con el siguiente regalo que nos ofrece el recorrido: la Chorrera de Despeñalagua. Una espectacular doble catarata.
Cruzamos con cuidado el río, ya que ahora con el deshielo reciente, viene con bastante caudal y llegamos a Valverde de los Arroyos un precioso y tranquilo pueblo donde aprovechamos para comer algo y beber agua de la fuente del pueblo.
Salimos de Valverde en busca de la segunda subida importante del día al pico de las Campanitas. De nuevo una subida preciosa por sendero que discurre por el lateral una la montaña regalandonos grandes vistas y así, casi sin darnos cuenta, conseguimos coronar. Desde aquí arriba podemos ver todos los pueblos por donde nos tocará pasar en los próximos Km.
Uno de los pueblos que vemos es Majaelrayo, nuestro siguiente destino que se ve muy cerca y muy abajo a la vez. Así que de nuevo bajada rápida, rapidísima diría yo, perdiendo altura rápidamente y donde volvemos a disfrutar de un bonito sendero.
Hasta ahora la ruta ha sido espectacular, esta parte la preveíamos así, subir montañas siempre es apasionante. Según el perfil ya no quedaban grandes subidas pero el terreno ahora es «rompepiernas» con contantes subidas y bajadas a barrancos bastante profundos. Me esperaba un recorrido por pista fácil y bastante monótono y no, afortunadamente lo que vino ahora fue toda una sorpresa. Tal como preveiamos no nos encontramos largas subidas, pero si muy algunas muy verticales que nos pusieron físicamente a prueba. La existencia de agua por todo el camino hacía que aunque los arboles todavía no han despertado a la primavera en esta zona el suelo estuviera cubierto de césped natural. Otro privilegio más poder correr por ese manto natural a tus pies.
Pasamos Roblelacasa y delante de nosotros se presenta un cañon tan profundo que casi da vertigo asomarse. Bajamos por un divertido sendero muy técnico y lleno de piedras al Rio Jaramillo, responsable con su trabajo durante miles de años de modelar el cañon, y que continua fluyendo por el fondo del mismo. Una vez cruzado el rio, para salir del cañon, lógicamente nos toca subir de nuevo todo el desnivel que hemos bajado por un sendero igual de vertical que el de bajada.
Próximo objetivo Colmenar de la Sierra donde pararíamos de nuevo a comer y reponer agua en sus fuentes. Salimos por una pradera de césped y seguimos encontrándonos parajes de ensueño. Este recorrido en otoño tiene que ser la impresionante.
y de nuevo nos toca cruzar otro profundo cañon en este caso creado por el rio Jarama. Los cañones que abundan por esta zonas son muy abruptos y realmente espectaculares.
Vamos cruzando pueblos pequeños… con las horas que llevamos intentamos encontrar algún bar en algunos de ellos para tomar algo solido, pero imposible son tan pequeños que no tienen ni bar. Ni falta que les hace nos dice una vecina. :-). Pueblos pequeños pero eso si que la iglesia no falte como esta joya con la arquitectura típica de los pueblos negros de Guadalajara.
Mas adelante nos volvemos a cruzar con el Rio Jarana justo cuando un arroyo afluente del mismo crea las Pozas de Matallana.
La salida de las pozas es una bestialidad. Llevamos ya 50Km y tenemos delante nuestra otro cortafuegos vertical que en poco mas de 1Km nos mete 200m verticales que ya a estas alturas ya duelen. Poco a poco los subimos para por fin dejarnos caer de nuevo en Campillejo donde por fin encontramos un bar abierto donde poder tomarnos una Cocacola de esas que saben distintas, que sabe a victoria. 🙂
Han sido 55.2Km en 10:30h con +2.600m. Las sensaciones después de este segundo entreno largo no pueden ser más positivas. Llegue fresco al final y creo que en este caso también podría haber seguido corriendo por muchos Km. Esperemos seguir disfrutando de estas buenas sensaciones en los próximos entrenos largos, donde ahora si, tocará empezar a subir la distancia y por supuesto sin descuidar el desnivel. Seguimos en el camino…..
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