Resumen 2019. Ahí seguimos…

«Si quieres seguir triunfando, tienes que desvincularte del pasado»

Phil Jackson. Entrenador de baloncesto.
Leido en un entrevista a Pau Gasol.

 

Diez años corriendo por el monte y algunos más gastando zapatillas en el asfalto son los que se han cumplido este año y la verdad ¡Que rápido han pasado! Parece que fue ayer cuando me animaba a intentar mis primeras salidas por la montaña, terreno que no me era desconocido al recorrerlo desde muchos años antes a lomos de la bici de montaña, pero allá por 2010 descubrí que hacerlo corriendo me permitía disfrutarla de manera más pausada a la vez que me permitía llegar a sitios donde con la bici era imposible. En este tiempo también he aprendido mucho y tal como dice la cita que arranca esta entrada todo lo conseguido en el pasado ayuda, porque la experiencia es un grado, pero no garantiza el éxito futuro, cada aventura es una nueva historia y toca seguir esforzándose día a día para continuar en la ola…

Este año de nuevo tengo que estar contento con lo conseguido. Sin llegar a las cifras de Km de 2014 y 2015, que dificilmente creo que pueda volver a alcanzar, casi he completado 2.500Km que no está nada mal para el tiempo que dispongo, además durante estos doce meses solo he corrido dos ultras con dorsal sumando entre ambas unos 200Km por lo que el resto han salido de entrenos y ultras caseros, siendo en estos últimamente donde más disfruto. Siempre me gusta correr alguna carrera pero cada año siento que necesito menos hacerlo y en este, una vez más, he hecho mas ultras caseros que carreras. Ahi va la lista de este año:

35553289_365781607159206_1121996820952645632_n

El primer objetivo lo fijé al terminar 2018 y no era nada menos que volver a terminar el GTP, toda la primera parte del año se enfoco a conseguir ese objetivo y entre ultras caseros metí en Marzo el ElCidFalcoxtrem una carrera de 85Km por una zona de Alicante que desconocía. La carrera, aunque en la primera edición, tenía buena pinta pero problemas organizativos y de permisos hizo que al final no se pudiera celebrar dejándome sin ese primer control del año, pero brindándome la oportunidad de recuperar la TG, un ultra casero, este año de 62Km.

Tocaba llegar al GTP sin ponerme realmente a prueba en competición, que siempre es mejor que cualquier entreno, y aunque con bastante sufrimiento debido en parte al infernal calor que nos hizo conseguí terminarla. Tres años después de terminar el UTMB volvía a cruzar la meta de un ultra de más de 100Km ¡Que alegría! 🙂 Todavía recuerdo como me embargaba la emoción al pensar que iba a volver a acabar un ultra largo. Salí casi muerto del Puerto de Navacerrada y terminé corriendo los últimos Km a muy buen ritmo en busca de la meta en el pueblo de Navacerrada. Una última hora de carrera llena de buenas sensaciones que compensaba con creces el sufrimiento de todas las horas anteriores.

thumbnail_IMG_20190629_222022

Y con el verano llegó el tiempo de aparcar un poco el correr para coger fuerzas de cara al final del año. Aparte del 2017 donde la fascitis me obligo a parar este es el verano que menos he corrido, el calor, y como no, la relajación después del objetivo cumplido me hizo que les diera un merecido descanso a las zapatillas. En su lugar comencé a gastar la goma de los neumáticos de la bici haciendo cientos de Km en ella. Un cambio que me permitió mantener la forma mientras recuperaba las ganas de volver a ponerme las zapatillas.

Ya en septiembre tocaba volver a los entrenos con el objetivo claro de volver a correr la Costa Blanca Trail en su distancia de 85Km. Si en el GTP hubo ola de calor, en esta ocasión nos encontramos con una ola de frío, contrastes que regala la montaña. En cualquier caso las sensaciones fueron de todo diferentes, aquí fueron casi 16h disfrutando de la montaña junto con David.

Meta1

Al final como decía anteriormente salieron casi 2.500Km en lo que puede calificar de un nuevo buen año. Sigo vivo y disfrutando ¿Que mas se puede pedir?

Screenshot_2019-12-31-16-17-01

 

logoweb-negre-pt2020 empieza con un único objetivo fijado, intentar conseguir la medalla de finisher en el CSP 110Km, una carrera de las clasicas de España y que se celebra en Castellón. Ya estuve apuntado en 2017, pero al final tuve que renunciar debido a la maldita fascitis. Así que este comienzo de año me ofrece una nueva oportunidad de ir cerrando debes e intentado cumplir con lo que no fue posible en su momento. El resto del año todavía está en blanco, pero vamos a dar el primer paso y el resto ya se irán escribiendo 😉

CBT 84Km. Cerrando el año a lo grande.

«Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera».

Facundo Cabral

 

Como el día y la noche así han sido mis dos carreras de este año, el GTP llevando el sufrimiento al límite, como por otra parte me suele pasar en todas las ediciones que he corrido de esta carrera, y en el CBT disfrutando durante todas sus horas de correr por caminos muy técnicos de montaña. Dos formas muy distintas de sentir las carreras de montañas y, aunque parezca mentira gozando en ambas. Pero he empezado la casa por el tejado, volvamos atrás a los días previos a la CBT.

Cerrando ya el año llegaba una nueva edición del Costa Blanca Trail, carrera donde hace justo un año volvía a la vida «trailera». En esta ocasión, de nuevo con la compañía de David, decidimos asaltar la distancia de 84Km que contaba con un recorrido muy atractivo, añadiendo al Puig Campana y a Aitana, platos fuertes de la carrera, la subida a la Mallada del Llob. Una subida espectacular que junto a las anteriores conformaba un recorrido precioso y muy exigente.

logo-pagina-CBT-01

Pero las historias de las carreras siempre empiezan mucho antes de las mismas, en este caso después de terminar el GTP en junio, he tenido un verano tranquilo en lo que a correr se tercia. El cansancio psicológico de tener que preparar durante meses una carrera así y los calores veraniegos, que no invitaban a correr, hicieron que bajara el ritmo y prácticamente no corriera durante julio y agosto, lo cual no quiere decir que parara, ni mucho menos, en su lugar cambie las zapas por las dos ruedas recorriendo cientos de Kms, esta claro que parar no sé. Ya con la vuelta a la rutina en septiembre tocaba volver a los entrenos correriles si quería llegar en forma a la CBT. Poco a poco fui aumentando los Kms, pero sin llegar a sumar muchos mensuales, siempre priorizando las sesiones de calidad sobre el volumen y así me plante a un mes de la CBT con relativamente pocos Km en las piernas pero con muy buenas sensaciones.

En uno de los últimos entrenos exigentes que tenía planificados iba rápido bajando por un zona pedregosa y muy técnica y ¡zasss! una mala pisada y sentí como el tobillo se me torcía. Los minutos posteriores fueron de mucho dolor, no podía apoyar el pie e irremediablemente se me vino a la cabeza la carrera :-(. Afortunadamente poco a poco el dolor fue bajando y pude comenzar a andar y al poco a trotar. En este momento tenía dudas sobre el alcance del daño, porque daño parece que había, así que decidí abortar la ruta pensada y volver lo antes posible al coche. Me toco correr otros 10Km para llegar al coche, pero afortunadamente la mayoría en pista en buen estado. Cuando llegue al coche el tobillo me seguía doliendo pero había podido correr y parecía que no se había hinchado mucho. En cuanto llegue a casa me puse hielo para evitar en todo lo posible la inflamación. Esa noche fue complicada y no conseguí dormí mucho, me pusiera como me pusiera el tobillo me dolía. Sorprendentemente a la mañana siguiente me levanté con dolor en algunos movimientos pero practicamente sin hinchazón. La verdad es que no tenía mala pinta y cuatro semanas de margen para la carrera parecía tiempo suficiente para curarse. Para una semana antes de volver a correr por pista fácil, aun con algo de dolor, y dos semanas después intenté correr por la montaña. Las sensaciones fueron buenas, seguia con algo de dolor cuando pisaba en posiciones extremas pero con cuidado y sin arriesgar podía correr, ademas lo mejor fue que el descanso parece que hasta me vino bien y las sensaciones seguían siendo tan buenas como antes del esguince, la cosa pintaba bien.

En la semana de la carrera el esguince ya casi era historia :-D, ante movimientos extremos sentía que el tejido todavía estaba sensible e inestable, pero ello no me impedía ningún movimiento así que no había excusa. Estos días previos, siempre son de nervios y más cuando toca preparar la estrategia de carrera y todo el material necesario para una carrera de esta longitud a la que había que añadir la previsión de frío que daban para el día de la carrera, hasta -7 de sensación térmica :-O.

WhatsApp Image 2019-11-15 at 20.31.14

Año de contrastes este 2019, en el GTP sufrimos una ola de calor y aquí la CBT se presentaba en plena ola de frío polar, con media España colapsada por la nieve. Afortunadamente en Alicante ni la nieve ni la lluvia iban a hacer acto de presencia, no así el frío que si arribó pero afortunadamente no con la virulencia que daba el pronóstico.

Llego el día de la carrera y ahí nos presentamos un año más David y yo prontito para recoger el dorsal sin prisas, no eran ni las 5:00h y como estaba previsto hacía bastante frío. El cielo estaba totalmente despejado así que este año parecía que la carrera iba a ser en seco. Por delante nos esperaban 84Km con 5.100m+ sin un metro liso.

Captura de pantalla 2019-12-15 a las 22.57.11

Poco antes de salir nos encontramos con mis hermanos de trail Pez, Felix y Antonio, que alegría verlos, cuantos buenos momentos hemos compartido juntos, pero al menos Pez y Felix hoy iban con otro ritmo objetivo, una pena. Con Antonio si compartimos buenos momentos en la carrera.

IMG_20191116_055831

Salimos de Finestrat ya tirando para arriba desde la misma salida hasta que en el Km 2 ya nos vemos metidos en el temido Km vertical del Puig, subidón para salvar más de 1.100m+ en menos de 3Km. Afortunadamente este año con el terreno seco se sube con menos resbalones y por tanto mucho más cómodo. Mientras subimos desde Finestrat se veía una espectacular hilera de frontales ascendiendo el Puig Campana.

Captura de pantalla 2019-12-12 a las 23.33.08

subida Puig 2

Casi llegando arriba empieza a amanecer, regalándonos una preciosa vista de toda la costa de Alicante que hasta entonces veíamos iluminada por la luz de los pueblos.

subida Puig

En la cumbre nos esperaban los voluntarios que llevaban el punto de control, que mérito pasar toda la fría noche viendo pasar corredores. Son las 7.30 pero llevan allí desde antes de las 0:00 y lo que les queda todavía… Terminamos la ascensión en 1:30h de carrera, así que hemos tardado 15m menos que el año pasado. La verdad que me sorprendió el ritmo no tenía sensación de haber apretado y de hecho llegamos sin la sensación de haber hecho un gran esfuerzo.

Captura de pantalla 2019-12-12 a las 23.32.30

Captura de pantalla 2019-12-21 a las 20.05.59

Ahora tocaba bajar al Col del Pouet, esta bajada es bastante técnica y tenía en mente el calvario que fue el año pasado con todo el terreno mojado que ocasionaba resbalones constantes, pero que diferencia con este año. Con el terreno seco la bajada se puede hacer mucho más rápida y pasamos por el punto de control sacando ya 21m al tiempo del año pasado. Primer avituallamiento de la carrera donde quede gratamente sorprendido por la variedad de la comida y bebida en el mismo. Afortunadamente para nosotros la calidad de los avituallamientos fue constante durante toda la carrera, pocas carreras recuerdo con unos avituallamientos así, un punto a agradecer a la organización.

Captura de pantalla 2019-11-23 a las 15.52.38

Ya completamente de día aprovechamos la parada para quitarnos los frontales, comer algo y sin mucha más pausa seguir hacía Benimantell para completar el primer tercio de carrera. Pero primero tocaba subir levemente para llegar a la Font del Pí y ya desde allí bajada hasta el pueblo.

Pouet3

Durante la bajada nos encontramos con estas entusiastas animadoras. ¡La leche! hay gente peor de la cabeza que nosotros :-D, entre los pocos grados que hacía y que soplaba un viento congelado hacía que la sensación térmica percibida fuera heladora y ahí estaban «ellas» animando a todos los corredores que pasábamos. ¡Muchas gracias guapas!

Pouet

Llegamos a Benimantell en 4:15h con 24Km y 1900m+ en las piernas y con buenísimas sensaciones. Son las 10 de la mañana y nos encontramos otro avituallamiento espectacular, sobre todo para estar solo en el Km 24, donde ya hay ensalada de pasta y caldo caliente. Que bien entra el caldito caliente con el frío que nos hemos chupado estas primeras hora. Hacemos una parada algo más larga de lo planificado pero no exagerada ya que te quedabas frío en nada y salimos hacia la Mallada del Llop. Tenía muchas ganas de hacer esa subida y no defraudó, pero en ella tuve que lidiar con el único momento difícil de la carrera.

Salimos de Benimatell perdiendo altura pero en seguida el terreno se vuelve a poner vertical, tenemos 1000m de subida bastante vertical por delante y así en seguida las vistas comienzan a ser preciosas ofreciéndonos estampas que combinan montaña y mar. El frío y ventoso día ha dejado a cambio una visibilidad increíble.

IMG_20191116_122525

Después de ganar altura por un precioso sendero nos metemos de lleno en la parte baja de la Mallada del Llop, una espectacular subida entre dos paredes de piedra.

Captura de pantalla 2019-12-21 a las 20.05.16

Desde que salimos de Benimantell tengo una molestia en el talón de aquiles del pie izquierdo que me mantiene inquieto porque no llego a identificar a que puede ser debida. A veces durante las carreras aparecen molestias que tal como vienen se van por lo que confiaba que esta fuera de esas, pero según van pasando los Km y seguimos subiendo la leve molestia inicial se va incrementando y sigo sin reconocer que puede ser. Decido parar y ponerme un «compeed» por si, aunque no parecía, fuera el comienzo de una ampolla. Sospecho de las zapas, me han ido muy bien y voy cómodo con ellas pero en otras marchas largas estas zapas ya me han generado alguna ampollas, precisamente pensando en ello en la primera base de vida en Confrides me había dejado otras zapas bastante curradas pero mucho más cómodas. No queda otra que llegar con estas zapatillas a Confrides y esperar que el cambio mejore la situación.

Mallada4

Mallada5

Mallada6

Esta subida siempre se me hace larga, pero esta vez curiosamente al contrario que otras veces se me paso muy rápido y ni siquiera se me hizo especialmente dura. A pesar de las molestias el hecho de que llegara en forma y que lleváramos pocos Km hizo que la subiera sin problemas. Coronamos y justo delante vemos las antenas de Aitana (en la foto casi no se ven), nuestro próximo objetivo. Parecen muy lejos pero poco más de tres horas y media después allí estaremos viendo en el horizonte el vértice geodésico donde ahora estamos.

IMG_20191116_122622

Hacemos un cresteo precioso con vistas espectaculares a ambos lados que finaliza en el Pico de la Serrella donde iniciamos una compleja bajada con piedra y tierra muy suelta pero que resulta muy divertida.

IMG_20191116_160300

Perdemos de golpe mucha altura y nos volvemos a meter en una zona de pinares por preciosas sendas antes de llegar a Confrides, mitad de carrera, a las 13:50h en 7:50h y 42Km con 3100m+. Nos espera de nuevo un avituallamiento espectacular que nos permite recuperar energías para afrontar la subida a Aitana, que este año ha cambiado por lo que no la conozco. En anteriores ediciones coronábamos al final de la base militar, este año coronaremos al principio de la misma por lo que pasaremos por delante de todas las instalaciones.

Afortunadamente en esta última parte el pie ha mejorado mucho, en cuanto hemos comenzado la bajada las molestias se han ido. En las leves subidas de este tramo vuelve a molestarme pero en las bajadas nada de nada, curioso. Sigo pensando que las zapas tiene algo que ver así que en Confrides aprovecho para cambiármelas y de paso ponerme pantalón corto y quitarme alguna de las capas inferiores, no hace calor, pero tampoco el frío que hemos sufrido en las primeras horas.

Salimos, como no, cuesta arriba desde Confrides y con la nuevas zapas el pie no se queja,  tiene pinta que con el cambio el tema se ha solucionado 😀

Captura de pantalla 2019-12-21 a las 21.37.53

En esta subida salvamos 900m+ pero el camino es fácil y coronamos sin mas historia las antenas de Aitana, llevamos 52Km y 10h de carrera con 4000m+ . Esta chulo pasar por delante de las instalaciones militares y todas las antenas que tienen allí, con todos los años que llevan las instalaciones parecen una museo de tecnología. Con algunas antenas ya abandonadas, pero no desmontadas, y otras aparentemente activas.

IMG_20191116_160229

Llegamos al avituallamiento de nuevo muy bien servido y con unos voluntarios impresionantes ¡Que meritazo el suyo! Son las 16:00h y ahí arriba, pico mas alto de la provincia de Alicante con 1.557m, sopla bastante viento y la sensación térmica es heladora, nosotros estamos en movimiento ¡Pero ellos están ahí parados! Solo quedan 2 horas de luz y cuando llegue la noche el frío allí puede ser muy intenso. ¡Gracias voluntarios!

Cima Aitana.jpg

Nos sacamos David y yo la foto de rigor en el último pico serio de la carrera y a seguir. Vamos muy bien de sensaciones y menos mal, la bajada que nos espera ahora no es muy pendiente, pero es muy cansina ya que esta llena de piedras pequeñas sueltas y resulta muy complicado pisar correctamente. Tenía mis dudas acerca de como se comportaría el tobillo que había sufrido el esguince hace un mes en esta bajada ya que el constante pisar mal fuerza mucho la articulación. Por ello baje con precaución y afortunadamente conseguí llegué al final de la bajada sin molestias :-).

cima Aitana2

Ahora seguíamos bajando pero ya por una pista fácil que nos permitió correr bastante, un lujo llegar a esta altura de carrera con estas sensaciones, disfrutando de la montaña mientras el día llegaba a su fin…

hdr

La siguiente parada estaba en Sella, justo antes de llegar al pueblo hay una bajada vertical muy complicada (con más de 40% de pendiente y tierra suelta, una locura) y deseaba llegar a la misma de día para bajar más seguro, pero llegamos justo cuando la luz acababa de irse, así que justo antes de comenzar el descenso nos toco sacar de la mochila los frontales.

Captura de pantalla 2019-12-21 a las 21.38.36

El año pasado esta bajada, encima mojada, fue un infierno. Las zapas que llevaba con una suela que en ese suelo mojado no agarraba nada fue una autentica tortura en la que tuve 3 caídas, este año todo iba a ser distinto. Las zapas, aunque ya algo viejas, agarraban muchísimo mejor y eso unido a que estaba fisicamente entero, hizo que todo pareciera más fácil. Mientras que el año pasado me pasaron algunos corredores este año era yo el que adelantaba. Como en todas las bajadas técnicas David tiro para adelante, imposible plantear seguirle con lo bien que baja, pero al contrario que el año pasado esta vez me tuvo que esperar muchísimo menos tiempo abajo ;-). Una vez finalizada la zona de pendiente extrema echamos un mirada atrás y ya siendo de noche cerrada se veía un hilo de luces blancas bajando la montaña, resulta realmente impresionante ver desde lo alto que bajan las luces ¡Normal! si es que hemos perdido 400m de altura en menos un 1Km.

Llevamos 65Km en 12:40h de carrera cuando llegamos a Sella donde nos espera otro gran avituallamiento hasta con paella. Pero a las siete de la tarde apetece más algo de caldo caliente y pasta que regamos con abundante coca-cola y agua antes de ponernos de nuevo en marcha. En este punto me había dejado más ropa y otras zapas, pero voy cómodo con lo llevo por lo que decido no sacar nada y simplemente les pido a los voluntarios que metan la bolsa en el camión para que cuando lleguemos a meta ya esté esperándonos.

Ya hemos superado todas las grandes subidas y ya «solo» quedan los 20Km que separan Sella de Finestrat.  A estas alturas de la carrera es cuando más se nota si has llegado bien preparado. El año pasado este tramo, sobre todo la salida de Sella, se me hizo algo duro pero esta vez todo era diferente, pudimos correr a ratos y así los Km pasan mucho más rápidos.

Captura de pantalla 2019-12-21 a las 22.55.19.png

La verdad que es una pena hacer de noche este tramo porque es una zona chula que además permite ver vistas increíbles del Puig Campana con el que empezábamos la carrera esta mañana.

Llegamos al Coll de Sacarest muy bien y ya solo nos queda una pequeña subida antes de dejarnos caer a Finentrat. Este último tramo lo hacemos todo corriendo, que aunque es cuesta abajo, es todo un síntoma que hemos llegado bien. Si vas tocado a esta altura de carrera ya no puedes correr ni cuesta abajo, afortunadamente no es nuestro caso.

Entramos en Finestat parando el reloj en menos de 16h, así que muy contento, tenía idea de hacer entre 16-17h y al final han sido necesario algo menos para completar los 84Km con 5000m+.

Meta1

Con esto doy por concluido el año en lo que a carreras se refiere. Terminar con estas sensaciones es un lujazo. Ahora toca reposar la experiencia para tratar de definir el próximo año, veremos que nuevas aventuras nos depara. 😀

 

 

GTP 2019 116Km. ¡Vuelvo a ser corredor de ultrafondo! :-)

«No juzgues el día por la cosecha que has recogido, sino por las semillas que has plantado».
Robert Louis Stevenson

descarga (2)

La cita de Stevenson me venía al pelo. Tres años prácticamente han pasado desde que en verano de 2016 pasaba por el arco de meta de mi último ultra de más de 100Km, el UTMB (enlace). Tres largos años que se dicen muy rápido, pero que han pasado lentos probando de todo para recuperar esa maldita fascitis con un único objetivo,  poder sentirme de nuevo corredor de ultras largas. Dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa y yo este año, por fin, he podido recoger los primeros frutos de una, espero,  gran cosecha.

Aunque el año pasado ya me vi con fuerzas para intentar poner fin a esta mala racha un desafortunado esguince al poco de salir (Km 17) me obligó a retirarme en el Km 58 prolongando así la duda (enlace) hasta que en noviembre pude comenzar a enmendar el rumbo al terminar el CBT(enlace) una carrera de 65Km. Aun así seguía pendiente el reto de pasar de los 100Km.

Este año había conseguido mantener continuidad en los entrenos, que con la vida tan liada que tengo siempre es complicado, por lo que llegaba confiado de que si nada se torcía, como había pasado el año pasado, este podía ser el momento.

ddd2514c-c2e3-4432-94c4-7165c09c2a67.jpeg

Pocos días antes de la salida, todos los telediarios abrían portada con la ola de calor que iba a afectar a toda Europa durante el fin de semana. En Madrid se esperaban máximas de 40ºC. Un pronóstico nada halagüeño cuando el objetivo es correr durante muchas horas. Aunque llegaba a la carrera preparado física y mentalmente el calor me hizo dudar y aumentó los lógicos nervios que siempre tengo por la incertidumbre de cómo se desarrollará la carrera. En cualquier caso no era una situación nueva, ya he corrido muchas carreras con calor extremo y bueno, es parte del juego cuando practicas un deporte al aire libre. El año pasado en esta misma carrera iba por la noche con dos capas y el impermeable del frío que hacía y este año se esperaba calor extremo, así es la montaña.

Según se acercaba la fecha me iba haciendo a la idea de lo que tocaba y vi necesario hacer ligeras replanificaciones al plan de carrera que tenía previsto para adaptarme a esas condiciones. Dado que conocía el recorrido y casi no hay fuentes durante el mismo lo fundamental era asegurarme que no me iba a quedar sin agua entre avituallamientos aun a costa de aumentar la carga a llevar durante toda la carrera. Por ello hice dos cambios importantes: cambie la mochila por una de mayor capacidad que me permitía llevar una bolsa con 2 litros de agua y añadí a la mochila un soft flash de 500ml donde iría mezclando agua con pastillas isotónicas para cubrir las pérdidas de sales por la sudoración. Aunque no suelo tomar bebidas isotónicas en carrera, porque no me gustan, en esas condiciones no me pareció prudente salir sin ellas.

En lo que respecta a la alimentación de carrera en principio partía con el mismo plan  que el año pasado, comer pequeñas cantidades y constantemente para evitar bajones de energía, la duda en este punto era si iba a poder comer a la vez que ingestaba grandes cantidades de líquidos. Este punto habría que gestionarlo sobre la marcha dependiendo las sensaciones de carrera.

Y llegó el viernes y allí me encontraba en Navacerrada. Recogí el dorsal dos horas antes y estuve preparando tranquilamente todo el equipo y bebiendo bastante agua para salir bastante hidratado. Dado que tenía tiempo de sobra prepare la mochila tranquilamente y me dirigí al arco de salida para pasar el control de material, me pidieron enseñar la gorra, el impermeable y luz, todo en orden así que entré sin mayor problema en el box. En ese momento no era consciente pero menos mal que no me pidieron las pilas y luces de repuesto, pero bueno eso es adelantarse a la historia, vamos poco a poco.

Solo quedaban 5 minutos para la salida y ya estaba listo, como siempre me pasa una vez que estoy en el box de salida todos los nervios de los días anteriores se volatilizan y me siento tranquilo y con muchas ganas que comience una nueva aventura. Al final me estresa más todos los preparativos previos, la elección del material y la estrategia que el hecho de correr en si, siempre me da la sensación (y a veces no es solo sensación 😛 ) que me he olvidado algo que echaré de menos después.

whatsapp-image-2019-06-28-at-23.22.19.jpeg

A falta de 10 segundos para las 23:30 comenzamos a cantar la cuenta atrás: 10, 9, 8, …1 y se da la salida. ¡Por fin en marcha! Salgo de la mitad del pelotón para atrás. Primer objetivo coronar Maliciosa, son 8Km con +1000m. Hasta el Km 6 que nos metemos por un sendero estrecho para buscar la cima, el recorrido es por pista ancha y decido seguir la misma estrategia que el año pasado, correr todo lo posible para ir adelantando posiciones ya que después en el sendero resulta casi imposible adelantar y si te encuentras corredores que van más lentos pierdes mucho tiempo. Dicho y hecho, consigo adelantar muchas posiciones antes de llegar al sendero y comienzo el mismo en un zona donde vamos todos a un ritmo similar. Como siempre espectacular ver la línea de luces subiendo la montaña, junto a la inmensa mancha luminosa de Madrid.

5d19b8a00ee6948827349838-gran-trail-penalara-chubb-4

A mitad de subida la velocidad se frena, tenemos un chica delante que sube muy lenta y va haciendo el trenecito, me cuesta encontrar una zona donde adelantarla, pero una vez conseguido ya no tengo a nadie por delante ya que el corredor que iba delante se había distanciado mucho y como ella sigue haciendo tapón tampoco a nadie detrás, por lo que voy solo al ritmo que quiero. Es raro que se llegue a dar esta situación tan pronto en carrera, pero al final el tapón que va haciendo me favorece tanto en la subida, como en la posterior bajada, muy técnica, y en la que también prácticamente bajo solo, lo cual resulta mucho más cómodo.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.35.40

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

Corono sin mucha historia clavando el tiempo del año pasado y afronto tranquilo la bajada hasta Canto Cochino donde me espera el primer avituallamiento de la carrera en el Km 17.  Antes de comenzar la bajada y siguiendo el plan previsto para evitar que en un par de horas me entre sueño me tomo el primer gel con cafeína. Llevo poco menos de 2h de marcha y he bebido mucho líquido y es que, aun siendo de noche, la temperatura no ha bajado de los 30ºC. Además el terreno está muy seco y el paso de los corredores levanta una nube de polvo que provoca que se masque el sabor de la tierra en suspensión, secando aún más la boca e incrementando la sensación de sed.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.36.10

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

Una vez pasado Canto Cochino inicio la salida de la Pedriza en busca de la Hoya de San Blas. La salida es bestial, con un cuestarrón de infarto que siempre, aun llegando fresco, se me atraganta. En poca distancia se ascienden muchos metros ganado una posición dominante sobre la Pedriza. y de nuevo el espectáculo de luces, rojas por delante y blancas por detrás, hace que de vez en cuando simplemente me pare a admirar la belleza en dicha escena. Una vez superada la subida vamos por tramos de bajada/subida que terminarán dejándonos en la Hoya. Este tramo en un sendero sin ninguna dificultad pero es donde el año pasado me hice el esguince, así que ahora voy con extremo cuidado ;-). En cuanto llego a la Hoya de San Blas me tomo el segundo gel con cafeína para evitar el sueño, de momento la cosa, en lo que respecta al sueño, va bien, pero los próximas horas, justo antes de amanecer, suelen ser  las más complicadas.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.37.12

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

Una vez en la pista que recorre la Hoya me encuentro corriendo solo, la pista está en muy buen estado y como son las 3:00am la oscuridad es total. ¿O no? Decido apagar el frontal y correr en oscuridad solo con la tenue luz de una luna menguante y produciéndose uno de esos momentos mágicos que a veces se dan en montaña. A los pocos minutos los ojos se han acostumbrado a la escasa luminosidad y comienzo a ver bien el camino, pero sobre todo me quedo alucinado con el cielo completamente lleno de estrellas que me arropa. Corro casi 2Km sin frontal hasta que llego a un sendero donde la prudencia me dicta que vuelva a encenderlo.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.36.46

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

Llego al avituallamiento de la Hoya Km27 son las 4.30 de la mañana. El calor de la noche está siendo agobiante, estoy bebiendo mucha agua y el estómago anda bastante revuelto, colapsado por no poder asimilar la cantidad de agua que le estoy metiendo. Me obligo a coger algo del avituallamiento y sigo pista arriba. Según la planificación en este tramo tengo que comer uno de los bocadillos que llevo en la mochila, veremos cómo evoluciona el estómago, de momento comienzo a priorizar la bebida isotónica con respecto al agua ya que noto que me sienta algo mejor.

thumbnail_IMG_20190629_061549

Este tramo por el que vamos ahora me lo sé de memoria ya que es donde suelo entrenar durante todo el año, así que aunque hago bastante tramos corriendo intento regular y aprovecho los tramos de subida fuerte para andar e ir dando poco a poco bocados al bocadillo. Poco antes de llegar al Puerto de Morcuera comienza a amanecer. He conseguido pasar toda la noche sin que me visitara el sueño, parece que la correcta dosificación de los geles con cafeína ha funcionado. 🙂

65512407_1976667142437566_5397154469358075904_o (1)

Llego al avituallamiento de Morcuera Km 42 a las 7:00 de la mañana. Hace ya tiempo que sobra el frontal así que procedo a guardarlo, abro la mochila busco la bolsa donde llevo toda la electrónica y no aparece. ¡Mierda! La he perdido en la control de material o me la he dejado en el coche. Toca repasar rapidamente el problema que ello supone.  Me he quedado sin pilas de repuesto y sin bateria para cargar móvil y GPS, por otro lado es posible que me sancionen con tiempo extra por no llevar ese material obligatorio, pero bueno ahora mismo eso es lo de menos. Afortunadamente en esta carrera si todo va según el plan debería llegar a meta antes de que se haga de noche, por lo que  no debo necesitar las pilas para el frontal, pero lo peor que el GPS no va a llegar hasta el final :-(. Se me ocurre que la única opción es ponerlo en modo de ahorro de energía y veremos hasta donde llega. En fin las consecuencias no son muy importantes, si estuviera en una carrera donde hubiera una segunda noche sería otra cosa, pero afortunadamente este no debería ser el caso…

Después de estar comiendo en la subida el estómago se ha asentado algo y aunque no está perfecto va bastante mejor.  De nuevo llego, a este punto, algo más tarde que el año pasado y eso que a estas alturas el año pasado ya tenía el tobillo muy inflamado y me costaba apoyar bien. Al final me está castigando más el calor que el esguince. En cualquier caso prefiero la situación de este año ;-).

Inicio la bajada a Rascafría, son unos 15Km de pista casi todo cuesta abajo y muy corrible. En este tramo toca correr si o si, pero siempre reservando, queda un mundo por delante. En 2015 aquí lo eche todo y lo pagué con creces en la segunda parte de la carrera, este año trate de ser algo más inteligente y seguir comiendo a ratos para mantener las fuerzas.

Son las 9:00am y llego a Rascafría Km 57 y casi mitad de carrera. Allí me espera, aparte de un completo avituallamiento, la bolsa que dejé en la salida con comida y ropa limpia. Los pies de momento van bien aunque decido limpiarlos ya que estaban llenos de polvo y arena y aprovecho para ponerme calcetines limpios. Lo que decido no hacer es cambiar las zapatillas. Aunque tenía unas limpias en la bolsa me encuentro bastante cómodo con las que llevo y prefiero no cambiar a estas alturas.

Paro unos 25 minutos y me pongo de nuevo en marcha, no quiero parar mucho ya que el sol ya calienta y cada vez será peor, la subida al puerto del Reventón que es el siguiente es muy larga y no tiene muchas sombras así que cuanto antes salga mejor.

58cd5b20b477ddb218b11eb2c84ad7f3

No subía este puerto desde 2015 pero lo recordaba bien. La primera parte se va por un sendero entre bosque donde se agradece la sombra, pero a partir de un punto se pasa a una pista con generosa pendiente y totalmente expuesta al sol que se hace interminable. Aunque se va ganando altura rápidamente no se llega a intuir nunca el final de la subida ya que es típico puerto en el que el siguiente tramo se esconde detrás de sucesivos cambios de rasante.  Al final poco más de dos horas me llevo coronar este puerto, pero la subida no se acababa ahí, ahora tocaba seguir la cresta camino de Peñalara.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.38.20

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.38.10

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

A pesar de necesitar dos horas tengo que reconocer que la subida no se me hizo pesada, el sol apretaba en la primera parte que estaba cubierta de vegetación y una vez que se iba ganando altura, aunque la pista estaba más expuesta, la temperatura era «más agradable». La verdad que el calor, de momento, no estaba haciéndose tan insoportable como esperaba :-). En 2015 llegue al puerto bastante reventado, pero en el avituallamiento que hay poco antes de coronar conseguí recuperar fuerzas e hice el tramo entre el puerto del Reventón y Peñalara bastante rápido (de nuevo hice el tonto y luego lo volvería a pagar, en fin creo que esta fue la peor carrera, a nivel de estrategia, que he hecho) así que los recuerdos de este tramo eran buenos ya que me pareció bastante asequible. Esta vez iba a ser diferente, aunque había estado comiendo durante la reciente subida en este punto tuve el primer momento de flaqueza de la carrera.

5d19b8770de6945645349aa9-gran-trail-penalara-chubb-3

Este tramo acaba en el Puerto de los Neveros donde se inicia la bajada a la Granja. Cuando por fin divisé el desvío en el Km 70 eran las 12:30pm y llevaba ya 13 horas de carrera. Aunque nunca llegué a pararme durante este tramo, las malas sensaciones me hicieron recordar por primera vez en esta carrera que el ser finisher no iba a ser un regalo. En fin que tocó echar mano de la experiencia para controlar los malos pensamientos y negatividad que invaden estos momentos. Al final estas carreras de fondo son un carrusel de sensaciones y sabes que en algún momento seguro que las cosas mejorarán, sea o no verdad no es bueno pensar otra cosa.

Mientras avanzaba a ritmo tranquilo me encontré alrededor del sendero unas vacas y en medio del camino un enorme toro negro. Me aparto un poco al lado para no pasar pegado y me cruzo con un senderista que va en sentido contrario. Le digo «Ten cuidado con ese negro que no es una vaca, mira que huevos tiene» y me contesta el tío a grito pelado: «Para huevos los vuestros ¡Joder! que estais corriendo más de 100Km con este calor que hace ¡VAAAAAMOOOOOS!», jajaja que bueno, le doy las gracias y no me quedó otra que arrancar a correr hasta que le perdí de vista 🙂

 

Captura de pantalla 2019-07-22 a las 23.15.17.png

Una vez que llego al Puerto de los Neveros inicio el descenso a La Granja pensando en que tengo que aprovechar la bajada para recuperar. Este año por motivos medioambientales han prohibido subir a Peñalara, es una pena porque es un tramo precioso y muy técnico, pero sinceramente tal como voy me alegro de no tener que subir :-P.  Bajo corriendo tranquilo en cuanto la pendiente y el terreno lo permiten, pero no bajo cómodo, no consigo recuperar las buenas sensaciones. Según voy perdiendo altura,  aunque entro de nuevo en el bosque de pinos que protegen del sol, la temperatura va subiendo hasta rozar los 40ºC. Poco antes de llegar cerca de los muros del palacio de la Granja vuelvo a sufrir otra recaída de falta de fuerzas.  He comido durante la bajada, pero me siento bajo mínimos. Hago los último 3 Km hasta el avituallamiento totalmente fundido y solo la entrada al pueblo y el ánimo de la gente me hace correr los últimos metros.

Llego al avituallamiento desfondado pensando incluso que sería un buen punto para abandonar. En los últimos km se ha iniciado una batalla entre mi cabeza que pide abandonar y mi corazón que me pide seguir. Le doy mil vueltas y me niego a admitir tal derrota, no quiero tener que volver a esperar un año para intentarlo de nuevo. Eran las 15:00,  llevaba 80km, 15:30h de carrera y me repetía que solo quedaban 30Km de terreno, que salvo 5Km, conocía a la perfección. ¡Puedo con ello!

Decidí tomármelo con calma en el avituallamiento para intentar recobrar las máximas fuerzas posibles. Admirable el trato de los voluntarios hacia los corredores. Según llegué me senté y ya no me dejaron levantarme, me preguntaban que quería y me lo traían: Coca-cola, plato de pasta, agua, fruta solo había que pedirlo y lo tenía… pero lo mejor fue la ducha que habían montado para refrescarnos, ¡Muchas gracias!

Después de 30 minutos en el que como y bebo en abundancia me siento algo recuperado y como colofón me meto debajo de la ducha que me termina de revivir. Empapo bien la gorra y no me lo pienso mucho, recojo la mochila, los bastones y salgo, no sin antes dar las gracias a los voluntarios por su extrema amabilidad.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.39.12

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

La salida puede que sea el peor tramo de la toda la carrera, hace mucho calor y no hay sombras en el camino, afortunadamente he recuperado algo las fuerzas. Al poco de salir me pilla una chica canaria con la que comienzo a hablar. La conversación me hace evadirme un poco de la carrera y avanzamos juntos adelantando a otros corredores. Hacemos unos 6 Km, voy cómodo al ritmo que me lleva pero es un pelín más alto del que yo quiero llevar y me da miedo pagarlo más adelante así que la comento que tire ella que yo voy a bajar un poco el ritmo. La verdad que es una pena porque la agradable conversación y ritmo me había ayudado mucho, pero tengo que pensar en que todavia quedan muchos Km y hay que regular. Al ver la clasificación final vi que entró solo 20 minutos antes que yo en meta, tal vez hubiese podido continuar con ella yendo en equipo siempre se va  más rápido, pero en ese momento no lo vi claro.

Poco después de dejar ir a Begoña, noto el inicio de una ampolla en la base del pie derecho, vamos lo que me suele ocurrir en todas las carreras a partir de los 80Km. Paro para poner un compeed lo antes posible para ver si consigo que la cosa no vaya a más, ya veremos….

Durante este tramo vamos al lado del río Eresma y cualquier cascada es buena para meter la cabeza y refrescarse. Hace tanto calor que aunque voy metiendo la gorra constantemente en el río esta no tarda nada en secarse, ni recuerdo cuantas veces sumerjo la gorra en el río durante este tramo donde el calor aprieta de manera salvaje.

thumbnail_IMG_20190629_150000

Que envidia da ver a la gente con las neveras llenas refrescándose a la orilla del río, pero yo estoy en otra guerra, tengo que seguir avanzando.

thumbnail_img_20190629_160607.jpg

Llego al avituallamiento de la Casa de la Pesca Km 93, llevo 17:20h de carrera y toca separarse del Eresma para buscar el Puerto de la Fuenfría. La subida a este puerto es una bestialidad tiene un par de Km con una pendiente mayor del 20%. Es duro pero lo prefiero a la alternativa que probaron en 2015 cuando llevaron la carrera por una pista de asfalto con muchísima menos pendiente pero que logicamente tenía más Km que se me hicieron absolutamente interminables. Si hay que subir, mejor de golpe, echo mano de bastones y riñones y para arriba que voy. Una pena que la foto no transmita realmente la pendiente que había.

thumbnail_IMG_20190629_174030

Corono el puerto de la Fuenfría sin mayores problemas, estas subidas con tanta pendiente se me dan bien, pero aun así tengo que hacer un parada a mitad de la subida para coger aire. Ya en lo alto nos espera como recompensa la fuente del puerto. Que ganas tenía de refrescarme con su fría agua. El calor, aunque ya son las 19:00, todavía aprieta.

La ampolla del pie va mal, ha pasado de ser un punto más de incordio a convertirse en el punto principal de mi atención. A estas alturas ya me duele cada vez que apoyo el pie para dar la siguiente zancada. Ya poco puede hacer con ella más que asumir que su dolor me acompañará hasta el final. En la medida de lo posible intento desviar el pensamiento hacia otro lado, pero resulta complicado cuando se hace presente con cada paso. Una cosa tenga clara, ese dolor no va a impedir que termine si o si mi tercer GTP, solo quedan 17Km, ahora ya solo es cuestión de tiempo que vuelva a ser finisher.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.40.17

Fotograma del video oficial del GTP. (video al final)

Una vez coronado Fuenfría toca recorrer el nuevo tramo de 5Km que la organización ha puesto en sustitución de la cancelada subida a Peñalara. Este tramo no lo conozco y me sorprende muy desagradablemente. Según el perfil es una bajada muy fuerte acompañada de una subida también fuerte y así es. Pero lo peor es que la bajada es por la calzada romana una pista muy rota llena de piedras sueltas donde apoyar bien el pie es casi imposible. En cualquier caso no es una bajada muy complicada,  cualquier día hubiese bajado por allí corriendo, pero ahora con el cansancio de más de 100Km sobre las piernas pero sobre todo con la ampolla gritando en cada apoyo esta bajada es una auténtica tortura. Bajo muy lento y empiezo a calcular lo que me va a llevar terminar, empiezo a darme cuenta de que o empiezo a intentar ir más rápido o puede que la noche se me eche encima antes de llegar a meta, voy muy justo y recuerdo que no tengo pilas  de repuesto para el frontal. Tengo que llegar si o si de día a Navacerrada. Estoy tan concentrado en como pisar que por primera vez en carrera dejo de comer. Aunque soy plenamente consciente de que debería comer no me veo capaz de hacer ambas cosas a la vez y decido que pisar bien en este momento es prioritario.

Después de casi 3Km de sufrimiento llego al avituallamiento que marca el final de la bajada. ¡Que alegría ver el avituallamiento! Los voluntarios del puesto nos preguntan a los que vamos llegando que qué tal vamos y todos decimos lo mismo: «ya os vale meter esto casi al final. ¡Nos habéis fundido!» jeje ellos no tenían ningún culpa y nos dijeron que el veredicto era unánime, todos los corredores les decíamos lo mismo. Me refresco, como algo de fruta y tiro para arriba, no sin antes dar de nuevo las gracias a los voluntarios por todas las atenciones que nos brindan.

thumbnail_IMG_20190629_184132

La subida al collado Ventoso es de nuevo bastante vertical, afortunadamente esta vez el camino está libre de piedras y aunque la ampolla me duele puedo avanzar sin mayores problemas hasta el Collado donde de nuevo vuelvo a terreno conocido. Ahora toca llegar a Navacerrada por el camino Smith. Son 3.5Km de sube baja constante en los que intento correr a ratos, pero estoy sufriendo el precio de no haber comido correctamente en los Km anteriores, me siento sin energía, tomo un gel, pero  claro, el efecto no es inmediato. Llego al final del sendero y solo me queda una bajada de asfalto hasta el avituallamiento  de Navacerrada, pero tengo la sensación de ir absolutamente vacío, soy incapaz de correr ni siquiera en esta bajada asfaltada.

6261e4da11397dcab8a01be1f452aad4

Llevo 104 Km y son las 21:20h, llevo casi 20 horas de carrera y solo quedan 10Km, pero llego bastante desmoralizado al avituallamiento. Me siento en una silla y cierro los ojos intentando concentrar fuerzas. Los voluntarios una vez más increíbles, se me pega un chico que me dice que no me levante que él me trae todo lo que necesite, me coje la gorra y la mete en un bidón de agua fría para refrescarme, le pido sandía que es lo único que ahora me apetece. Después de 10 minutos decido que es hora de salir a por la meta. El chico dice que me acompaña y para el tráfico para que pueda pasar, sin riesgo, al otro lado de la carrera, después me acompaña unos metros dándome ánimos y repitiendo que ya lo tengo hecho, que solo quedan 10Km. Estos detalles a esta altura son bárbaros, no puedo decir más que muchas gracias de nuevo.

Captura de pantalla 2019-07-21 a las 20.40.42

Me quedan 1,5Km de subida hasta el Emburriadero y después ya todo bajada a la meta. Voy muy cansado y necesito sacar fuerzas de algún sitio. Empiezo a buscar pensamientos positivos y me viene a la mente todo lo trabajado estos tres últimos años para volver a estar aquí dispuesto a ser finisher de nuevo. No paro de repetirme una y otra vez ¡Voy a ser de nuevo finisher, no queda nada! Al final termino por emocionarme sacando fuerza no se de donde y entre alguna que otra lagrima corono esta última subida y tiro por el sendero de la tubería a buscar la Barranca. Este sendero de nuevo tiene muchas piedras sueltas, la ampolla se sigue quejando amargamente en cada pisada, pero ya no la hago mucho caso, consigo bajar trotando, parece que recobro algo de fuerzas, creo que me está haciendo efecto la emoción, el gel, lo que tome en el avituallamiento, que la meta esta cada vez más cerca o tal vez todo ello, no se…

Llego a la pista de la Barranca, quedan 5 Km de camino fácil a meta. Me veo con fuerzas recobradas y arranco a correr, voy avanzado y cada vez tengo mejores sensaciones. No se por qué pero cada vez voy mejor. Empiezo a correr a ritmos de 6m/km, además el poder lanzar la zancada hace que pueda apoyar mejor el pie y la ampolla molesta bastante menos, paso el control de la barranca prácticamente sin parar, si paro no se si volvería a arrancar, prefiero no probarlo ;-). A este ritmo los Km pasan rápido y sigo alucinando de como estoy acabando después de una segunda parte de la carrera que ha sido muy dura. Llego a la entrada del pueblo de Navacerrada y de nuevo un par de voluntarias cortan el tráfico de la carretera para que pase con seguridad, yo ya ni paro, voy encendido no me queda nada para volver a entrar por tercera vez en la meta del GTP.

Y 22:24 horas después llegué , y pase bajo el arco, y me derrumbé emocionado. Me tiro al suelo para llorar y soltar toda la emoción contenida durante tantas horas de marcha, pero sobre todo tantos meses de soñar con este momento. Ha sido duro, pero lo he conseguido. SI, ¡LO HE CONSEGUIDO! El speaker al verme comenta algo así: «el corredor llega a meta fundido y cae rendido al suelo» en un arrebato me levanto y grito no estoy fundido estoy emocionado, me salió así, pero además era verdad y es que solo yo entendía lo que para mi significaba haber pasado ese arco de meta, definitivamente esta no era una carrera más…. 😀

¡¡¡SOY FINISHER!!!

thumbnail_IMG_20190629_215519

El análisis a posteriori de una carrera tan marcada por el calor extremo resulta difícil. Por los datos que he visto hubo cerca de un 40% de abandonos, una cifra que deja clara la dureza de las condiciones en las que se desarrolló la misma. Aunque en mi caso no tuve la sensación de que el calor fuese insoportable si que me afecto al rendimiento, el cual disminuyo claramente desde los primeros Km, provocando que siempre fuera por debajo de los tiempos de paso esperados. Tanto fue así que incluso el año pasado con el esguince conseguí hacer mejores tiempos intermedios.

Por otro lado lo que si conseguí, y además por segunda carrera consecutiva, es pasar la noche sin rastro de sueño gracias a una administración adecuada de cafeína en momentos clave. Parece que al fin he encontrado la clave para evitar estos malos momentos.

Por sensaciones la carrera en si se puede dividir en 2 partes muy claramente diferenciadas. La primera parte de noche y durante las primeras horas del día tuve buenas sensaciones. Sin embargo en la segunda el cansancio ya acumulado unido a las horas de más calor, hicieron que en muchos momentos estuviera presa del cansancio. En esos momentos donde el físico empieza a flaquear es cuando la experiencia y la cabeza les toca salir al campo de juego. Y en ese juego me encontré bien, salvo momentos muy puntuales (como la llegada a La Granja o el camino Smith) el resto los sobrelleve bastante bien, tirando siempre para adelante.

En resumen carrera dura, como por otra parte era de esperar, pero donde por fin puede conseguir el premio gordo de terminar de nuevo una carrera de más de 100Km y salvo por la molesta ampolla encima al día siguiente el cuerpo estaba bastante bien solo una ligeras molestias en los hombro por tantas horas de llevar la mochila, pero las piernas perfectas y sobre todo mi amiga la fascitis del pie izquierdo en silencio 😀

Ahora toca descansar, en julio he bajado mucho la carga de entrenos para recuperarme sobre todo en lo mental más que en lo físico. Necesitaba parar y meter otros deportes en la rutina semanal para afrontar un otoño con algún que otro reto interesante… Algunas ideas hay rondando a ver cual/es cristalizan….

thumbnail_img_20190629_222022.jpg

 

Video oficial del GTP 2019

Aunque algo contrariado, buen comienzo de año 2019

«Non gogoa, han zangoa» («Donde van tus pensamientos, van tus pasos»)
Proverbio vasco.

Han pasado ya más de cuatro meses, un tercio de año de este 2019 y el tiempo casi puedo decir que se me escapa de las manos. El cuatrimestre empezaba bien, casi sin molestias en el pie, y con algunas nuevas molestias en la espalda que en cualquier caso no me impedían correr. La planificación de esos primeros meses, siempre dentro de la propia anarquía en las que se mueven mis entrenamientos, estaba claramente 35553289_365781607159206_1121996820952645632_norientada a una carrera que me apetecía muchísimo el CidFalconXtrem. Lamentablemente al final no pudo ser. Unos diez días antes de la celebración de la carrera los organizadores la suspendieron temporalmente por no contar con los permisos necesarios. Tiene gracia la cosa, apuntado (y pagada la inscripción) desde 2018 y unos pocos días antes, después de negar repetidamente los crecientes rumores que surgían de distintos puntos,  al final se ven obligados a suspender. ¡Que profesionalismo! Y eso que una de las razones para apuntarme a esta carrera, siendo su primera edición, fue la confianza que transmitía que fuera organizada por el Centro excursionista de Petrer. Toda una referencia en Alicante.

En fin no quedaba más que la resignación y esperar a ver si dan nueva fecha o proceder a solicitar el reembolso de la inscripción. Como la propuesta de ruta que hacían me apetecía bastante esperaré a ver que pasa y si finalmente pueden sacar la carrera adelante a ver si la nueva fecha me cuadra, a pesar de todo a mí me sigue apeteciendo.

En cualquier caso, vaso medio lleno, el cuatrimestre ha sido muy positivo, el pie sigue respondiendo y he vuelto a hacer bastantes salidas largas, muchas de ellas de más de 21Km en montaña. Además como comenté en anteriores entradas siempre he creído que lo importante no es tanto en la meta como  en disfrutar del camino que te lleva a ella y de eso he tenido mucho en estos últimos meses.

El primer fin de semana de febrero me atreví a probar con la vuelta al Castillo de Soto de Viñuelas, una ruta asequible por su poco desnivel y por tanto muy corrible, cuestión, eso sí, que a mi me mata. Prefiero rutas con mucho desnivel donde se alterna el correr/andar que estas muy corribles donde no hay excusa, mas allá del agotamiento físico, para no correr y donde al final siempre termino andando algún tramo que perfectamente se podría correr, cosa que me joroba bastante pero la cabeza y mi forma física actual así me lo exige. Es curioso pero me resulta complicado estar por ejemplo 3 horas seguidas corriendo por el monte,  sin embargo me resulta asequible correr muchas horas si alterno tramos andando, aunque sea subiendo grandes desniveles.

Bueno, en resumen, que salí a probar qué sensaciones tenía y la conclusiones fueron muy buenas. Como esperaba al final terminé andando un rato, pero corrí bastante tiempo para terminar reduciendo en unos algunos minutos mi anterior marca en esta ruta. :-). 32Km con +500m en 2.49h. Nada mal.

Una cosa que me está sorprendiendo en este comienzo de año es que estoy en una línea constante de mejora de mi velocidad media en carrera. No se muy bien cual es la razón, pero lo cierto es que en los últimos meses estoy consiguiendo promediar bastante Km mensuales, cosa que en los dos últimos años me había resultado imposible, y eso logicamente ayuda. Cuando el año pasado solía estar por encima de 5.05m/km, ahora la media está en 4.53 y en muchos días bajo de 4.45. Curioso, parece que de alguna manera estoy mejor que nunca. 🙂

Un sábado de mitad de febrero tenía pensado subir a correr a la montaña pero se me lío la mañana, se me hizo tarde y tomé la alternativa de ir a subir varias veces el Cerro de San Pedro. El objetivo era exclusivamente subir y bajar varias veces, pero desde la primera zancada sentí como estaba en uno de esos días donde te sientes fuerte sin que medie una razón aparente. Comencé corriendo y superé las primeras y complicadas cuestas con pendientes de más del 20%, así que me animé a seguir corriendo. Mientras subía las sensaciones iban a mejor y conseguí llegar hasta arriba corriendo. Bajé y vuelta a subir, esta segunda ya pensaba que tocaría andar, las piernas ya se notaban cansadas, sin embargo de nuevo superé las primeras rampas, me animé y conseguí hacer la segunda subida corriendo. Increíble, había conseguido subir, por primera vez, dos veces seguidas este Cerro, balcón privilegiado de la sierra de Guadarrama. Una nueva señal de que estaba en un momento de forma bueno.

IMG_20190501_120332.jpg

Este hecho me hizo recordar una ruta que hice hace bastante tiempo, ir desde Tres Cantos al Cerro y volver, de nuevo con poco desnivel y muy corribles. Así que, a final de Febrero, me lancé a hacer la ruta y de nuevo bien, acabe contento aunque bastante cansado y andando más que corriendo en los Km finales. Al final 54.5Km con +1.300m en 6h. ¡Otra ultra a la saca! 🙂

Durante Marzo baje un poco la carga, había que llegar con fuerzas a CidFalconXtrem. Pero con la cancelación a última hora de la carrera me quedé con ganas de correr un ultra, me había hecho a la idea y el cuerpo y la mente me lo pedían. Y ya que tenía el finde de la carrera libre decidí hacer mi propio ultra casero y resucitar la TG (consistente en una tirada larga en completa autosuficiencia por la sierra de Guadarrama.). Desde 2016 que no la había realizado por el problema con el pie (aquí quedaron recogidas las ediciones de 2013, 2014, 2015 y  2016).

Para ello en esta ocasión trace una ruta circular de unos 65Km, con casi +3000m saliendo y volviendo a la Pedriza. Una ruta seria de montaña donde volvería a pasar por sitios que hacía mucho tiempo que no visitaba.

Captura de pantalla 2019-05-08 a las 23.32.37.png

No hay nada como hacer las cosas con ganas, pueden parecer, y de verdad son,  muchos Km y horas de marcha, pero a mi se me pasaron volando. De nuevo volví a disfrutar de un día espectacular en la montaña y en este caso terminé la ruta corriendo y con ganas de más, buen síntoma ese 😉

Desde la entrada de la Pedriza empecé la ruta subiendo al Collado de Ventana, con esta espectacular pared granítica de fondo.

IMG_20190323_094042

Bajando del collado de la Ventana entramos en la Hoya que San Blas que no abandonaremos hasta el puerto de la Morcuera donde iniciaremos el descenso al valle de Lozoya no sin antes recargar agua en la fuente del Cossio, que al contrario que en Octubre ahora afortunadamente si tenía agua.

IMG_20190323_120901

Preciosa y larga bajada por zonas de bosque y praderas de césped salvaje en busca del río que da nombre al valle.

IMG_20190323_130803

Una vez en el río toca remontar el mismo pasando por estas espectaculares cascadas…

IMG_20190323_133817

Siguiendo el cauce termino llegando al Puerto de Cotos, ya con 43Km en las piernas y 7h de marcha. Desde este punto toca afrontar la última gran subida del día y la montaña no me lo iba a poner fácil. En la cara sur, por donde se sube, todavía queda bastante nieve blanda. Tocaba echarlo todo y aunque la subida se me hizo pesada y cansina ya que los pies se hundían y resbalaban constantemente, afortunadamente no se me hizo especialmente dura, solo hubo que echar un poco de paciencia.

IMG_20190323_160544

Una vez coronada la Bola del Mundo, un poco de bajada para volver a subir y coronar, esta vez sí, la última subida de la jornada, La Maliciosa.

IMG_20190323_164245

Desde este punto las vistas son espectaculares, son ya casi las cuatro de la tarde y me encuentro solo una cima que suele estar llena de gente, que gustazo ver la montaña tan vacía.

IMG_20190323_164305#1IMG_20190323_165543#1

Después de estar un rato admirando las increíbles vistas, tocaba volver a ponerse en marcha para llegar de nuevo al punto de salida y con esto dar por terminada una jornada donde una vez más, como antaño, la montaña y yo volvimos a conectar. 🙂

IMG_20190323_190050#1

¿Y ahora qué?… pues ahora ya preparando el próximo objetivo a finales de junio con la mochila de confianza a tope: el GTP de 120Km. Después del abandono por lesión del año pasado llego con mucha ilusión de volver a terminar por tercera vez esta carrera que ya cayó en 2014 y 2015, pero sobre todo de volver a terminar una carrera de más de 100Km que desde que en 2016, y ya hace tiempo de aquello, hice el UTMB por una u otra razón no sido capaz. ¡Este año sí, esta año toca! 🙂

Resumen 2018

El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
Eleanor Roosevelt  (1884-1962) Diplomática y activista estadounidense

img_20181231_114349

No se puede analizar el presente ni soñar sobre el futuro sin tener en cuenta el pasado. Un pasado a veces elegido, a veces sobrevenido, pero el que para la bueno o malo, aunque el no entienda de esta categorización, nos define y nos influye en nuestro entendimiento del presente y del futuro.

Y ende que aquí me encuentro resumiendo este 2018 con buen sabor de boca. Un año que comenzó con la esperanza de poder volver a correr normalmente y dejar de una vez atrás la fascitis que llevo arrastrando como un pesado lastre un par de años. Solo el mirar los Km que han caído este año denotan que la cosa definitivamente va a mejor, pero esta mejora no ha sido gratis, desde julio de 2017 deje de lado los físios y médicos que poco me han ayudado en recuperar la lesión y me he concentrado en estirar muy bien toda la zona trabajándola por la mañana y por la noche. Trabajo que continua a día de hoy. Creo que es un precio que me toca pagar para poder seguir corriendo y definitivamente me compensa.

2018

Empece el año todavía con molestias, pero manteniendo la buena progresión con la que terminó 2018 para firmar un buen enero donde conseguí volver a números parecidos a antes de la lesión y con el gran premio del poder subir en un semana todas la montañas que rodean Alicante en una clara declaración de intenciones por donde esperaba que fuera el año.

Según fueron pasando los meses las sensaciones fueron poco a poco mejorando hasta que más o menos a final de Marzo, y no se muy bien la razón, hubo un punto claro de inflexión, de repente las molestias que todavía arrastraban empezaron a remitir muy significativamente. En cualquier caso no fue algo de golpe, hubo días mejores y peores pero la tendencia era clara a mejor. Eso me dio un empujón de ánimo y optimismo de poder llegar con garantías al GPT a finales de Julio con el objetivo de volver a terminar un gran ultra. Pero no podía presentarme en esa gran cita sin al menos la certeza de que podría terminar, así que en mayo me atreví a dar el paso y tratar de hacer en autosuficiencia mi querido trail de la Senda Genaro de 50Km (crónica aquí) que termine con muy buenas sensaciones. El GTP parecía posible.

Y llegó el momento de demostrarlo. Me plante en la salida de Navacerrada con mucha ilusión. Subí la Maliciosa y bajé a Canto Cochino con buenísimas sensaciones y clavando los tiempos planificados y cuando en el Km 18 iba camino de la Hoya de San Blas una mala pisada y ¡trassss! torcedura leve del tobillo izquierdo (el mismo que tenía la fascitis y que parece gafado). Intente sobreponerme y continuar en carrera pero no fue posible. Cuando llegué a Rascafría en el Km 58 hice, muy a mi pesar, lo único viable: abandonar de nuevo en un ultra (crónica aquí) tras el abandono también en el anterior ultra en Lavadero (crónica aquí). Fue un palo duro por lo que significaba este año para mi poder terminar el GTP. En cualquier caso fue algo que quedaba fuera mi alcance,  un esguince corriendo por montaña digamos que entra dentro del juego.

Ya con el pie en alto decidí descansar el tiempo necesario para recuperarlo correctamente y sin prisas. Durante el julio y gran parte de agosto baje bastante la actividad física que se concentró exclusivamente en la bici.

Tras el GTP me quede con ganas de demostrarme que podía volver a correr un ultra, así que por mi cabeza rondaba insistentemente la idea de volver a intentar el GTP en 2019, pero mirando mis méritos de los últimos dos años me encontré que no tenía los puntos necesarios para apuntarme en 2019 y era normal desde el UTMB en verano de 2016 no he terminado ni una carrera. 😦

Tocaba buscar algo para final de año que me permitiera optar al GTP de 2019 y así me fije como objetivo  el Costa Blanca Trail heredero del Desafio Lurbel Aitana que ya había terminado hace unos años en sus ediciones de 85Km (crónica aquí) y 120Km (crónica aquí). Esta vez me quedaría en la hermana pequeña de 65Km, suficiente para conseguir plaza para el GTP y para el que me veia preparado de sobra para terminar. Al verme apuntado se me unió David, lo cual que motivó bastante. Volver a correr con el máquina de David con el que tan bien hice el UTMB era toda una motivación.

Corrí el CBT y disfruté mucho de la carrera, por la compañía y por el maravilloso terreno por donde discurre la misma, una carrera espectacular por la montaña alicantina (crónica aquí). Después de más de dos años sin pasar por debajo de un arco de meta fue muy emocionante volver a cruzarlo. ¡Que ganas tenía de volver a disfrutar de ese emocionante momento! 🙂

Y que mejor manera de terminar el año el 31 de diciembre que haciendo 40Km por la Serrella al norte de la provincia de Alicante por una de las zonas que creo mas bonitas de la provincia.

IMG-20181213-WA0016.jpeg

En resumen 2018 ha sido un gran año de vuelta a la actividad. 2019 lo afronto con ilusión de abordar nuevos retos, con un primer semestre ya cerrado con dos carreras ElCid-FalcoXtrem de 80Km en Marzo y el de nuevo el GTP en junio. Vamos a empezar a disfrutar de estos primeros seis meses de año y ya veremos que se tercia para el segundo. , seguro que retos interesantes 😉

 

Volviendo…Costa Blanca Trail 65Km +4450m

«Lo imposible solo tarda un poco más en llegar»

Anónimo

favCBT-01

El tiempo pasa muy rápido y ya hace más de dos años del fabuloso fin de semana donde, junto con David, recorría los 170 Km que rodean al macizo del MontBlanc para acabar la carrera mas increíble de mi vida, el UTMB. A veces se puede pensar que después del UTMB ya no queda nada por hacer, no es así. Todo son etapas y la emoción de volver a cruzar una meta fue enorme. Un descanso para el alma que indudablemente necesitaba.

Y como si de un capricho del destino se tratara no podía ser de otra manera que volviendo a correr junto a David. Con el, conseguí volver ser finisher de un ultra, de los «cortos», pero duro por la meteorología pero sobre todo por lo técnico del terreno, cosa que ya conocía a priori. En resumen  un ultra con la entidad suficiente como para considerarlo un punto definitivo de inflexión. Y si, lo necesitaba y mucho…necesitaba sentirme de nuevo libre, corredor y sobre todo capaz. Capaz de lograrlo física y mentalmente.

El sábado a las 4:45 quedé con David para poner rumbo a Finestrat. Llegamos más pronto de la esperado así que pudimos prepararnos con tranquilidad. Algunas gotas nos acompañaron durante el camino, pero nada preocupante hasta que a pocos minutos de salir la lluvia se intensifica. Nos refugiamos hasta que ya no queda otra que salir. A dos minutos de darse la salida con el chubasquero puesto nos vamos a la salida. Llueve constante pero no fuerte. La temperatura es agradable para correr, entorno a los 10ºC. El «speaker» dice que algo de que el tiempo en el Puig campana es complicado y que se va a cancelar parte del recorrido, nos extrañamos porque el tiempo no es agradable pero tampoco parece que esté para cancelar nada.

IMG_20181117_063155

Salimos también con David y Angel en la parte de detrás del pelotón y tranquilos. Dudo que haya otra carrera con una salida tan dura como esta en 5Km, aunque casi todos en los últimos 3Km, se suben +1.200m. Una burrada así que no conviene salir a muerte.

De nuevo corriendo de noche nos encontramos metidos en un espectáculo de luces rojas y blancas que van ascendiendo al Puig Campana con toda la costa alicantina de fondo.

46463433_1939901516316261_2234180663836147712_o

Son solo 5km hasta el pico, pero nos va a llevar un rato coronar al ritmo que vamos subiendo, pero no nos importa dado que el objeto es llegar arriba sin gastar mucha energía. Una vez coronemos quedan 60Km por delante, vamos que queda toda la carrera.

Según vamos subiendo asoma las primeras luces del día, esperábamos un amanecer espectacular pero con la niebla en la que nos hemos metido, ni vimos salir el sol, ni las vistas que se ven desde ese mirador tan privilegiado que es el Puig.

46506303_1939902539649492_78720101926305792_o

Coronamos sin problemas en 1:45h, al final no han quitado nada de la subida y me parece normal, el tiempo no era bueno pero tampoco era para tanto. Ahora toca enfrentarse con la bajada, esta mojada me da mucho respeto. Si ya es complicada seca hoy mojada puede ser muy peligrosa….veremos…

Comenzamos a bajar y David comienza a hacer de las suyas, baja muy rápido, el terrenos, salvo algunas pequeñas zonas, esta mejor de lo esperado. Aun así bajo con respeto, aunque consigo adelantar a algunos corredores David inevitablemente se me va. Llegamos al avituallamiento del Coll del Poullet donde nos reagrupamos. Llegamos aquí enteros tanto física como mentalmente y con muchas ganas. Comemos rápido y salimos a por más montaña.

El tramo siguiente es de un sube-baja destroza piernas pero sin grandes subidas y los paisajes de nuevo compensan el tiempo que nos está haciendo. Así vamos disfrutando de estos regalos.

IMG_20181117_085422

IMG_20181117_094123

Pero además de correr bajo un impresionante y amenazante cielo, la montaña nos acompaña poniendo en nuestro camino paredes de roca caliza de caprichosas formas.

IMG_20181117_085410

IMG_20181117_094118

Desde que salimos el barro ha estado omnipresente pero en este tramo hasta el Pass del Comptador la cosa se complica aun más añadiendo un resbaladizo barro arcilloso. Correr se vuelve complicado incluso en llano o cuesta abajo saliéndonos del sendero a cada paso, pero lo realmente complicado llega en las subidas dos pasos para adelante y uno para atrás resbalando, divertido pero muy cansado. 😉

IMG_20181117_102201

Logramos superar la zona más embarrada hasta el momento y solo nos queda subir unos pocos metros por esta pista fácil, por estar cementada, y pasar el Pass del Comptador. Llevamos 3:45h de carrera y 16,5Km.

IMG_20181117_102411

Una vez coronado toca bajada rápida por pista, que ha llevado bien las lluvias y está en bastante buen estado, durante unos cuantos Km hasta que volvamos a salimos de la misma para tomar un precioso y vertical sendero en busca del siguiente pico que nos permitirá cambiar al valle de Guadalest. Aquí dejamos a David y a Angel que prefieren ir a un ritmo más tranquilo. Esta subida es de nuevo pendiente y se hace dura pero no paramos hasta coronar. La bajada es relativamente corrible y así lo hacemos en busca de Benifato.

De nuevo el día nos vuelve a regalar preciosos paisajes con las nubes enganchadas a las montañas del fondo. Montañas por  donde estarán corriendo los participantes de la carrera de 100Km. Impresiona ver lo que hay montado en la Mallá del Llop y saber que están corriendo en esa zona.

IMG_20181117_112256

Llegamos al avituallamiento de Benifato a las 12:00 en punto después de 5:28h de carrera y 27,5Km. Como teníamos previsto salimos muy tranquilos de Finestrat lo que hace que de los 200 corredores que salimos llegáramos al Puig Campana en la posición 171. Ahora 22.5Km después en Benifato entramos el 141. Ir adelantado a corredores siempre motiva, sobre todo con las buenas sensaciones que llevamos.

En este avituallamiento, como toda la carrera, la amabilidad de los voluntarios de diez. Paramos poco y reprendemos la marcha en busca de coronar la segunda gran subida del día y pico mas alto de la provincia de Alicante, la querida Aitana. El día sigue cerrado y  la zona alta a donde vamos no se ve tapada completamente por la nubes.

IMG_20181117_123711

En los Km de aproximación a la zona más vertical nos encontramos con un fotógrafo de la organización que nos hace esta bonita foto. Como me recuerda a otra que nos sacamos en el Km 155 del UTMB, cuando sabíamos que ya lo teníamos en nuestras manos…mismas caras de alegría 🙂

46456179_1927751030867030_8077567486330929152_o

Esta subida en su parte final es bastante vertical. No se muy bien la razón pero al llegar a la parte mas dura apretamos el ritmo. Al poco comienzo a notar que los gemelos se quejan y me lo hacen saber comenzando a quemar. El mensaje es claro si sigues así en breve vendrá el tirón, hago lo único que podía hacer bajar el ritmo, y comienzo a subir un poco de lado para intentar descargar los gemelos. El cambio hace su efecto y lo gemelos se relajan. Coronamos sin más problema el punto más alto de la provincia. Son las 13:25, llevamos en marcha 6:55h.

Comenzamos la bajada al collado de la Tagarina, este tramo como siempre es complicado técnicamente porque con tantas piedras es difícil apoyar bien el pie, pero al contrario que en la edición de esta carrera de 2015 cuando llegamos arriba la niebla se había despejado y la visibilidad era bastante buena, y bueno el llegar de día tambien ayudó ;-). Ello nos permitió bajar al collado sin problemas de orientación.

IMG-20181119-WA0019

A partir de aquí de nuevo pista intentando correr lo que las piernas, ya algo cansadas, permitían. Legamos al avituallamiento de la Font del Alemany donde de nuevo paramos poco para salir a buscar la suicida bajada a Sella.

Esta bajada es tan espectacular como complicada técnicamente por la tierra y piedras sueltas, pero sobre todo por la pendiente, que es prácticamente vertical. Si siempre la tengo respecto, en 2015 me caí dos veces afortunadamente sin consecuencias  bajándola,  este año con el suelo húmedo no esperaba encontrarme nada bueno.

Llegamos, vi el percal y no estaba muy equivocado. De todas la veces que he bajado por ahí, este sería con diferencia el día más complicado. Un poco por prudencia y tal vez por miedo, termine bajando muy muy lento y encima nada seguro. Consecuencia de ello es  que David, al que parece que no aplicaban las leyes físicas ya que parecía volar, me dejo atrás enseguida, bajando cómodo y elegantemente, mientras yo sufría para mantener el equilibrio.

Solo son 1.5Km de bajada, pero bajando así se hace eterna, que alegría cuando tuve  a vista la pista donde termina la tortura.

IMG-20181119-WA0025

En la pista me esperaba David, ¡Madre mía no quiero ni pensar lo que me tuvo que esperar! Gracias David.

Llegamos a Sella a las 15:30, llevamos ya 9h de carrera y 47,5Km. Allí nos encontramos de nuevo un brillante avituallamiento,donde a parte de un plato de pasta, me puedo tomar un caldito caliente que es lo que siempre mejor me entra.

Si la mañana ha sido lluviosa la tarde comienza a abrir y el sol decide acompañarnos hasta la meta en Finestrat, parece que por fin podremos guardar el chubasquero 🙂

IMG-20181119-WA0005

Salimos de Sella, por un pista-sendero que no conocía y que nos evita una zona de varios Km de asfalto por donde antes iba la carrera y que se hacia muy pestosa. ¡Bien por los organizadores!

IMG-20181119-WA0009

Intentamos ir trotando todo el tiempo posible, pero no me gustan las sensaciones que tengo, no me noto cansado pero no me veo con todas las fuerzas que debería llevar, puedo trotar pero no voy a gusto, pienso en tomar un gel, pero no me apetece nada. Sensaciones raras que, una vez más, no supe tratar adecuadamente.

Por el camino vamos viendo bonitas vistas del Puig Campana que subimos esta mañana  entre nubes, ahora ya despejado del todo.

IMG_20181117_152126

Hacemos unos 10Km en aproximadamente en hora y media con tramos precisos como esta bajada vertical, pero corrible gracias al sendero en S trazado en la piedra.

IMG_20181117_164555

Cuando vamos a comenzar a subir el Coll de Sacarest decido que no puedo continuar con este sensaciones de falta de fuerzas y a pesar de que no me apetece me tomo un gel con cafeína. Sorprendente el resultado. En 15 minutos paso de estar vacío de fuerzas a sentirme pletórico. Corono con fuerzas y nos tiramos corriendo hacía la meta, solo quedan 6.5Km y dadas la nuevas sensaciones sabemos que más de dos años después volveremos a terminar un ultra juntos. ¿Por que no me habré tomado antes ese gel? 😉

Dado que terminar ya lo damos por hecho, buscamos un nuevo reto que vemos complicado pero posible: llegar sin encender el frontal. Cuando planificaba la carrera pensaba que ojalá fuera posible, pero la cosa iba a estar muy justa. Habría que tener un buen día para conseguirlo y ahora nos vemos en disposición de ello. Son casi las 18:00 y el sol se está escondiendo, si queremos conseguirlo va a haber que correr mucho.

Y así lo hicimos, consiguiendo llegar a las calles de Finestrat cuando ya no se veía prácticamente nada. Una vez ya en el casco urbano, y con el recorrido cuesta abajo, ya no queríamos parar e hicimos a toda velocidad la entrada a meta, completando los 65,7Km en 11h:52m.

IMG_20181117_183434

Una entrada meta que me emociono por todo lo que significaba. Han sido dos años y medio de vacío, luchando de todas la maneras a mi alcance contra la maldita fascitis y algo de mala suerte que me han impedido presentarme a Penyagolosa Trail 110km  y tener que abandonar en Laverado Trail 120Km en 2017. Ya al comienzo del verano del 2018 con el pie aparentemente listo la mala fortuna de un esguince me obligo también a abandonar en el Gran Trail de Peñalara.

Pero de nuevo en mi tierra y encima con la compañia de David, por fin pude ser de nuevo Finisher de un ultra y además disfrutando de nuestro envidiable buen entendimiento en carrera. Un placer y un privilegio compartir esas doce horas con este tío tan grande como persona que saca siempre lo mejor de mi.

Meta

Ahora toca buscar nuevos retos, siempre buscando nuevos retos….así que comienza la planificación de 2019. Año que espero que signifique la vuelta definitiva a la montaña dejando atrás estos convulsos últimos años.

YUUJUUU!!!!!!

GTP 2018. Luces entre las sombras.

La desilusión es un término para nuestra negativa a mirar el lado positivo.

Richelle E. Goodrich.

logo

 

Tengo que ser claro, mientras el autobús nos acercaba a la meta en Navacerrada a los que sucumbimos en Rascafría iba pensando que esta edición del GTP había sido una nueva decepción acaecida justo un año después de la retirada forzada por la fascitis en el UltraTrail de Lavaredo. Llegaba a esta carrera con muchas ganas de demostrarme a mi mismo que podía volver a correr ultras después de más de dos años luchando contra la fascitis y desafortunadamente no pudo ser.

Aun así aunque la carrera no hubiera cursado tal como la había planificado cuando llegue a casa mis primeros pensamientos ya eran cosa del pasado y era capaz de ver luces entre las oscuras sombras iniciales.

Días después, por casualidad, pude leer la cita de Richelle que arranca este relato y ¡leches! que bien definía lo que me había pasado. Siempre hay cosas positivas y yo, aun con la lesión y consecuente retirada creo que las había encontrado.

Pero empecemos por el principio. Apuntado desde Noviembre al GTP (si, hoy en día en las carreras de montaña hay que ser más rápido con la inscripción que corriendo) he ido preparándome durante todo el invierno aumentando los Km y dificultad técnica lo que las progresivas mejoras de mi fascitis permitían. En los últimos dos meses he tenido sensaciones bastante positivas, vamos que me veía con posibilidades reales de afrontar un reto así.

Y llegó la semana previa, por primera vez me había tomado el tiempo necesario para planificar y escoger con tranquilidad todo el equipamiento a utilizar. Así que dos días antes ya tenía todo el equipo seleccionado y organizado. Preparar todo el material y la estrategia de una carrera larga es un proceso que requiere dedicación y que, a mi al menos, siempre me genera nervios porque tengo la sensación que me estoy dejando cosas que echaré de menos en carrera.

A pesar de la experiencia que atesoro y aunque lo tenía todo preparado me notaba bastante nervioso, indudablemente más que otras veces. Al final un ultra trail es un aventura que nunca sabes a priori como se va a desarrollar (en ello está parte de su encanto) y en este caso, recuperándome de la fascitis,  menos aun.

Pero bueno, por fin llego el momento, la carrera salía el viernes a las 23:30 y llegue a Navacerrada a las 21:30h, con dos horas para coger la bolsa de corredor tranquilamente. Una vez en mis manos vuelvo al coche para terminar de revisar la mochila y ponerme el dorsal. Me sobra bastante tiempo así que decido descansar en el coche hasta poco antes de la salida. A las 23:10 salgo camino de la salida y a las 23:20 estaba pasando el control de material.  Allí me doy cuenta que todo el mundo tiene el chip atado a la mochila…ummm ¿pero el chip no iba en el dorsal?. Me confirma una voluntaria que no, que aunque el dorsal lleva una especie de chip este no vale, tengo que llevar el otro, que viene en la bolsa del corredor. ¡Cachis! Me lo he dejado en el coche y quedan 10 minutos para la salida. Momento de estrés. Tengo 10 minutos, lo mismo que he tardado en llegar a la salida desde el coche, para ir coger el chip, volver y pasar el control antes de que salga la carrera.

Vaya calentón que me pegué. Pero lo conseguí. Tres minutos antes de que se diera la salida estaba listo al final del pelotón, eso si con un buen calentón en las piernas. De todas formas no estuvo mal, la salida es toda cuesta arriba hasta el pico de la Maliciosa así que haber calentado no me vino nada mal ;-).

IMG-20180629-WA0043

La idea, antes de la carrera, era correr todo lo posible en este primer tramo para no ir al final del pelotón y más hoy que con la movida del chip estaba al final del mismo.  El motivo es que una vez que en el Km 5 se pasa de pista a sendero resulta muy difícil adelantar y tienes que adaptarte al ritmo del grupo en el que estés. En el GTP de 2014 íbamos al final del pelotón y el ritmo de subida a Maliciosa pero sobre todo la bajada fue muy lento para nosotros. No poder llevar tu ritmo, aunque sea más lento, es un gran problema y  desgasta mucho sobre todo en la bajada al tener que estar constantemente frenando y por tanto cargando los cuadriceps.

Así que salí corriendo y bueno el calentón previo hasta me vino bien, habiendo arrancado a sudar ya antes de salir los primeros minutos corriendo fui con buenas sensaciones. En el primer tramo todo el mundo corre, pero cuando ya llevamos 3Km la gente comienza a andar y ahí estaba yo con ganas y fuerzas para seguir corriendo. Hasta entonces no había pasado a mucha gente pero una vez llegado a la Barranca empece a adelantar a gente a docenas. Desde la mitad de pelotón hasta el final ya prácticamente todo el mundo va andando y corriendo no se para de adelantar.

Entre en el sendero que nos llevará por el Km vertical al pico de la Maliciosa en una buena posición para mi estrategia. Según vamos ganando altura el espectáculo de luces rojas y blancas es increíble. Por delante se ve las luces rojas de los primeros y por detrás se ve una interminable fila de luces blancas, buen indicativo este que he recuperado bastante posiciones desde la salida. En Navacerrada hacia bastante calor pero según vamos subiendo la temperatura va bajando, coronando sopla viento y las nubes cubren de niebla el pico. Corono clavando el tiempo que había planificado, increíble la precisión. Bajo un poco para buscar un sitio mas refugiado donde comer y abrigarme.

Me tomo un gel con cafeína. Cuando corrí en 2015 hice una buena primera parte de la carrera, pero me quede sin fuerzas en la segunda, donde sufrí mucho. Después de analizar que pasó creo que comí poco durante la carrera y me quede sin energias. Esta vez el plan es comer a menudo para mantener constantes las fuerzas. Por otro lado mi problema de siempre ha sido el sueño que me asalta de una manera brutal durante las últimas horas de la noche. Durante este año he estado informándome sobre las ventajas de la cafeína como excitante y sus riesgos, el tiempo que tarda en hacer efecto y las dosis necesarias a tomar. Como no me gusta el café toda la cafeína que tomaré vendrá de geles con cafeína y Cocacola y aquí según el plan tocaba el primero.

La primera parte de la bajada es bastante técnica y pendiente, toca bajar con cuidado y aprovechando los palos para desgastarme poco. La carrera realizada en los primeros Km ahora se agradece, bajo bastante cómodo con relativamente poca gente y todos bajando a un ritmo que me permiten no tener que estar parando constantemente. Después de bajar la primera parte más vertical echo la mirada atrás y de nuevo una espectacular serpiente de luces blancas baja por la parte mas vertical de La Maliciosa. Es una pena que con lo móviles no se pueda sacar una foto de lo que si ven los ojos porque la imagen es impactante.

Llego a Canto Cochino clavando de nuevo el tiempo planificado, sigo alucinando. Inicio la salida de la Pedriza por una subida corta pero muy vertical. Esta subida siempre se me ha atragantado. Una vez llega el final de esta exigente subida vamos por un tramo de sendero de sube-baja bastante fácil entre jaras.

Dado que hemos perdido bastante altura con respecto a la Maliciosa la temperatura ha vuelto a subir y vuelve a hacer calor para correr por lo que decido quitarme los manguitos y llevarlos en el pantalón por no  parar y abrir la mochila. Con todo lo que ha llovido este año en algunos tramos el sendero casi ha desaparecido comido por las jaras que ha crecido desmesuradamente.  Al pasar por uno de los pasos estrechos los manguitos se enganchan en una jara. Me distraigo volviéndolos a colocar y ¡Mierda! piso mal. Me acabo de torcer el tobillo. ¡Buff…que dolor! Intento apoyar y duele aunque afortunadamente puedo más o menos apoyar bien. He sufrido una buena torcedura en el pie izquierdo, pero dado que aunque sea con dolor puedo seguir apoyando continuo corriendo a ver si se va pasando. Solo estamos en el Km 20 😦

Al poco entro en una zona de bajada muy pendiente, gracias a los palos consigo bajar a buen ritmo. Sin los palos lo hubiese pasado mal en esa zona. Afortunadamente llegamos ya a la pista de La Hoya e intento correr, el tobillo me molesta algo pero puede correr sin problemas. Llego al avituallamiento de La Hoya de nuevo clavando el tiempo previsto. Como lo tenia planificado y bebo de nuevo Colacola. Me palpo el tobillo y solo me duele un poco en la zona superior y no lo noto hinchado, no quiero que se enfríe por lo no paro mucho y me pongo de nuevo en marcha.

La salida es cuesta arriba y aunque en entrenos lo hago a veces corriendo hoy no tiene sentido, toca andar y para eso el pie no me duele. En unos Km  la subida se suaviza y dado que los compañeros con los que voy comienzan a correr yo hago lo propio. No tengo malas sensaciones. La subida a Morcuera la hago gran parte corriendo, los compañeros que me hicieron arrancar se ha ido quedando atrás y me encuentro solo corriendo cuando vuelvo a pisar mal con el mismo pie pero ahora me lo tuerzo hacia dentro. :-(. Esta vez casi no duele, pero no me gusta la sensación que se me queda.

 

gran-trail-penalara-2018-5685161-53133-152-node

Llego corriendo al avituallamiento de la Morcuera (Km 41) son las 6:50 de la mañana y de nuevo al ganar altura la temperatura unida a la brisa y algo de bruma hace que haga bastante fresco.  Las sensaciones del pie no son muy malas, pero al tocármelo noto, que ahora si, ha comenzado a inflamarse. Esto ya si que no mola, me da que este año se me ha acabado la carrera, ¡Quedan todavía 77Km, muchos estando en estas condiciones! :-(.

Como algo e intento pensar en el futuro de la carrera. Dado lo inflamado que está el tobillo no le doy muchas vueltas, este año no va a poder ser, decido abandonar. Podía haberme quedado allí mismo, pero he llegado al avituallamiento sudando y como he comentado en el puerto hace bastante frío, no me apetece esperar ahí al autobús, más si cabe  sabiendo que en el siguiente avituallamiento en Rascafría tengo la bolsa con ropa limpia que deje a la organización. Decido seguir, cambiarme de ropa y abandonar allí. Ademas así volveré a meta con mi bolsa evitando tener que ir buscarla otro día, que ya veremos si podría.

Inicio la bajada mientras termino de comer las ultimas provisiones que he cogido. La verdad las sensaciones del tobillo, no son ya nada buenas, en el poco tiempo que he parado se ha enfriado y ahora duele más. Intento correr en una ligera pista cuesta abajo, pero no puedo correr bien, unos Kms después empiezo a pensar que me he equivocado siguiendo, pero ya no me apetece volver sobre mis pasos. Me hago a la idea que tocará seguir exclusivamente andado y voy avanzando poco a poco. Los Km se me hacen largos y comienzan a adelantarme corredores.

IMG-20180630-WA0002

Según van pasando los Km voy a peor, la bajada se me ha hecho larga pero por fin llego a Rascafría. Entro al avituallamiento, informo de mi retirada a la juez-arbitro y tengo la suerte que justo llega el autobús para recoger a los retirados, me subo al mismo y de vuelta a Navacerrada. ¡Que largo se hace este viaje en el autobús!

Al llegar a Navacerrada bajo del autobús y ahora definitivamente después de casi 1h desde que paré no puedo ni apoyar el pie, voy cojeando malamente. Afortunadamente un pareja me pregunta si necesito ayuda y les sigo que si me acercan al coche se lo agradezco muchísimo. Dicho y hecho me recogen en su coche y me acercan al mío, estaba a unos 600metros, pero llegar a el hubiese sido una autentica tortura.

Una vez en el coche decido quitarme las zapas y calcetines y descubrir de una vez que tengo. Veo que el tobillo está muy hinchado :-(, pues nada tiro para casa para ducharme y al hospital. El diagnostico afortunadamente es que no tengo nada óseo y que es un simple esguince. Tocará, por tanto, descansar unas semanas.

IMG_20180630_122017

Ya de vuelta a casa y con el pie en alto, tocaba reflexionar sobre la carrera. Un esguince es un riesgo posible e inevitable cuando corres por montaña, por lo que poco se puede hacer y una vez que ocurrió yo puse todo de mi parte, corriendo casi 40Km, para continuar en carrera, pero una vez que se había inflamado y estando a tantos Km de meta no tenía sentido continuar.

En el lado positivo he conseguido dos cosas que llevaba tiempo anhelando:

  • Hacer 58km sin que la fascitis haga acto de presencia, eso me alegra enormemente, es otro pasito en la larga recuperación. Todavía no lo considero curado pero estoy mucho mas cerca.
  • No dormirme por la noche. Los cambios que he hecho en la preparación y la alimentación me ha permitido por primera vez en mi vida pasar una noche de carrera sin que el sueño me hundiera fisicamente. ¡Por fin!

Además con respecto a los ritmos he ido clavando los tiempos planificados para llegar a meta en 21h. Me retiré a 60 Km de meta y por tanto resulta temerario decir que lo pudiera haber conseguido pero aun con el esguince he ido cumpliendo los tiempos e incluso bajándolos algo en Morcuera. Vamos que en lo referente a lo físico me encontré muy bien. 🙂

Y hasta aquí llego el GTP 2018, el ser finisher de un ultra tendrá que esperar pero con las sensaciones que he tenido estoy convencido que llegará. 🙂

 

De vuelta por la Senda Genero

El primer paso puede que no te lleve a donde quieres ir, pero te saca de donde estás.

Anonimo

 

 

Que rápido pasa el tiempo, desde principio de año no publicaba nada por aquí, pero eso no quiere decir que estuviera parado. Afortunadamente el pie va mejorando poco a poco y aunque sigue sin estar al 100% en los dos últimos meses, no se muy bien la razón, la mejora ha sido espectacular. Ello me ha permitido aumentar los entrenos montañeros, tanto en número como en distancia y volver a sentirme cómodo corriendo y solo pensando en disfrutar, olvidándome durante mucho rato absolutamente del pie, un gran síntoma.

Aun así todavía no me había atrevido a pasar de 25Km, no quería forzar más de lo necesario pero a solo mes y medio del GTP necesitaba probar, en una distancia larga, como se comportaría el pie.  Gracias a las sensaciones que estaba teniendo me veía con posibilidades de intentarlo y no solo me veía capacitado sino que necesitaba mentalmente probarme. ¿Podría volver a correr distancia larga? Aunque tenía muchas ganas tengo que reconocer que el reto me ponía nervioso.

Estuve pensado en las distintas posibilidades para hacer una tirada larga, pero desde hace tiempo en mi mente ya tenía un claro favorito. La senda Genaro que rodea el embalse del Atazar. Un recorrido que he realizado en múltiples ocasiones y que combina distancia, terreno variado y sin un desnivel brutal (aquí la ultima vez  Genaro Trail. Un año más vuelta a empezar). Una zona preciosa con mucho sendero en la primera parte y una segunda por pista muy corrible. Ideal para hacer en primavera y otoño. Y dado que este año el verano se ha resistido a entrar, era la ruta perfecta en el momento adecuado.

La previsión del tiempo para el sábado que había elegido era mala. Nublado hasta las 12h y el resto del día tormentas fuertes por la zona. Si ya estaba nervioso por el reto en si eso me hizo pensarme unas cuantas veces más si intentarlo o dilatarlo. Por fortuna la ilusión venció al miedo y, con el chubasquero en la mochila, me planté a primera hora de la mañana en El Berrueco. Ya no había marcha atrás, ahí estaba de nuevo y una vez comenzada la ruta sin posibilidad de marcha atrás ya que no tiene escapes posibles dado que el embalse del Atazar siempre está en el medio, era un todo o un nada. Los 50Km tenían que caer si o si.

Al menos el tiempo en estas primeras horas de la mañana acompañaba, fresquito y cielos prácticamente despejados, parecía increíble que en unos horas fuera a caer mucha agua. Empiezó la primera subida tranquilo, rodeado de campos verdes y vacas.

IMG_20180519_090631

Después de subir un pequeño cortafuegos, bastante zona de bajada por senderos rodeados de jaras que comenzaban a despertar mostrando un espectacular paisaje de flores hasta donde alcanzaba la vista.

IMG_20180519_113321

Disfrutando de los paisajes y la soledad del recorrido, llego en poco más de una hora hasta el turístico pueblo de Patones de arriba, desierto de turistas en estas primeras horas de la mañana.

IMG_20180519_095129

 

IMG_20180519_095340

En la salida de Patones comienza la subida que nos debe llevar al punto mas alto de la ruta, desde donde podemos observar una preciosa vista de todo el embalse antes de comenzar una vertiginosa bajada  buscando el caudal del río Jarama que la presa acaba de dejar escapar.

IMG_20180519_104029

Cruzamos el Jarama sobre el rudimentario pero robusto puente que un año más nos recibe para que podamos cruzar sin mojarnos y de paso cambiar de comunidad. En los próximos Km estaremos entre Guadalajara y Madrid. Nada mas cruzar el puente, en medio de la nada, un gran cartel nos da la bienvenida a la Comunidad Manchega. ¡Que cosas!

IMG_20180519_111326

Hemos llegado a unos de los puntos bajos del recorrido así que de nuevo nos toca ganar altura por otro precioso sendero. Como todo el recorrido en esta zona la señalización de la senda es muy buena, casi imposible perderte, aunque vayas sin GPS o mapas.

IMG_20180519_094143

Después de poco mas de 3 horas llego al pueblo del Atazar. Como comentaba esta primera parte de la ruta es espectacular y no decepciona nunca. Han sido 25Km increíbles y lo mejor el pie sigue callado, parece que no tiene nada que decir 🙂

Esta vez la ruta la queria hacer en autonomía total, por lo que en la mochila llevaba toda la comida necesaria, eso si necesito cargar agua que me la da amablemente un trabajador del Canal de Isabel II que veo en el depuradora del pueblo.

Ahora, con mucha pista de bajada por delante, no hay excusas, toca correr. Al contrario que otras veces esta vez durante el camino he ido comiendo regularmente y me siento con fuerzas ¡Que buenas sensaciones!

Llego al río de La Puebla que alimenta al embalse desde donde, de nuevo, toca subir fuertemente por un bonito pinar de reforestación que se plantó para evitar la caída de lodos en el embalse. Objetivo conquistar el último punto alto de la ruta, la antena de comunicaciones de Robledillo de la Jara.

IMG_20180519_132231

Hasta aquí la lluvia me había respetado, pero llegando a las antenas comenzaron a caer las primeras gotas. Sin parar arriba tiro de para abajo para llegar a Robledillo de la Jara, con el miedo del agua que me puede caer. Durante la rápida bajada por sendero no paran de caer gotas sin mucha fuerza, pero tanto a derecha como a izquierda se ve que esta cayendo mucha agua y encima con aparato eléctrico.

Llego a Robledillo y me acerco a una fuente para cargar agua en la mochila, jeje con lo que parece que me va a caer resulta curioso pararme a coger agua ;-). En cualquier caso casi no paro viendo el percal que se avecina. Ahora toca un buen rato de pista. Nada más salir del pueblo empieza a llover con más fuerza. Dudo si ponerme el impermeable o seguir sin el, con lo que esta lloviendo sería lógico ponérselo, pero la temperatura es alta ,por encima de los 20ºC, y si me lo pongo voy a sudar bastante. Intento aguantar pero al final esta comenzando a caer tanta agua que no me queda mas remedio que ponérmelo.

Llego a la presa del embalse de El Villar. Poco antes hay una casa para que la gente que hace la ruta en varios días pueda pasar la noche, llego y espero a ver si para de llover. Afortunadamente en 5 minutos para algo y decido iniciar la marcha de nuevo.

Llegados a esta valla llevo 41Km y quedan 9Km para terminar. El pie más o menos bien . Lo noto pero no es dolor, no se muy bien como describirlo, no me duele ni tengo molestias pero lo noto presente.

IMG_20180519_141401

Este último tramo va pegado al Embalse alternando sendero y camino, un placer correr por aquí.

IMG_20180519_143445IMG_20180519_142803

Llego a este final de ruta con muy buenas sensaciones en lo físico, normalmente en este tramo corro muy lento y alterno con tramos andando, pero en esta ocasión lo hice practicamente todo corriendo a buen ritmo. La diferencia con respecto a otras veces es que esta vez he comido mucho más por el camino y parece que ha funcionado, he llegado al final con fuerza de sobra :-).

La entrada a El Berrueco por este sendero resulta un buen final de fiesta y si encima viene un caballo blanco a darte la enhorabuena pues mucho mejor :-D.

IMG_20180519_150821IMG_20180519_150828

Al final han sido 6:35h para completar los 50Km. Lo más sorprendente que conseguí mi mejor marca en este recorrido tardado 8 minutos menos que la última vez hace dos años cuando preparaba el UTMB. Increíble porque no creo que actualmente esté en mejor forma que entonces, pero eso es lo que dicen los números 😀

Sobre el pie pues no terminó mal, como comentaba no me dolía ni me molestaba pero se hacía presente en los últimos Km. Lo mejor llego después, por la tarde el pie no me dolía nada. Al día siguiente cuando me desperté por la mañana tenía la duda de que diría el pie al apoyarlo. Me levante con miedo, apoye el pie y …perfecto… como si el día anterior no hubiera hecho nada. ¡Ole! 😀

En resumen, aunque el pie no está todavía al 100% por fin puedo volverme a sentirme corredor de ultras ¡¡¡Que ganas tenía!!!! El siguiente gran paso el GTP. Cuando me apunte, con el pie tocado, aunque mejorando, llegar a punto a la cita era casi un sueño y ahora parece posible. 118Km es más del doble que lo que realicé este día, pero ahora lo veo posible, al menos el pie creo que no va a ser el obstáculo. El físico ya veremos, he entrenado menos que nunca para una ultra así, pero el haber batido mi récord personal en este recorrido me tranquiliza. En cualquier caso habrá que correr con cabeza para no sufrir como en el GTP de 2015 (crónica aquí).

No queda nada…..

 

Resumen 2017. Año de transición

“Hay un tiempo para dejar que las cosas sucedan y un tiempo para hacer que las cosas sucedan”.

Hugh Prather, escritor

IMG_20171231_164907.jpg

Buscaba como describir el año y me gustó la cita de Hugh ya que describe muy bien, pero al revés :), como ha ido 2017 en mi lucha por curar la maldita fascitis que me lleva acompañando ya dos años y que ha desplegado, en este 2017, su máxima expresión. Y digo que al revés porque el año se puede puede dividir en dos partes claramente diferenciadas. La primera queriendo llegar a los objetivos que me había puesto (tiempo para hacer que las cosas sucedan) y la segunda asumiendo la realidad, dado que después de todo el trabajo hecho en la recuperación de la lesión esta no avanzaba, tocaba dejar que las cosas sucedieran cambiando de estrategia para darle al cuerpo todo el tiempo que necesitara para recuperarse de las heridas.

Aun estando privado de poder correr durante muchas semanas que rápido se me ha pasado este año. Da la sensación que cada vez los años pasan más rápido y sin embargo echando la mirada atrás me doy cuenta de la cantidad de momentos buenos que han cabido, de nuevo, durante estos últimos doce meses.

Un año, este 2017, desde luego diferente a como me lo imaginé en diciembre de 2016 y por supuesto diferente de como han sido los diez últimos años. Por primera vez en lo deportivo no he podido colgarme ninguna medalla de finisher ya que me fue imposible terminar la única carrera que pude disputar este año.

El año empezó como terminó el anterior, con los problemas de fascitis que me obligaban a parar los dos últimos meses de 2016 y también el primer mes de 2017. A pesar de este contratiempo la ilusión de curarme la mantenía intacta por lo que termine apuntándome a Penyagolosa Trail (abril) y Laveredo (junio) con la esperanza que durante los meses que todavia quedaban el pie mejorara significativamente, lamentablemente esto no llego a ocurrir.

En febrero por fin, aunque con molestias, volvía a correr a la vez que seguía con los tratamientos para curar la fascitis. Las sensaciones iban mejorando con respecto a las del año pasado pero intentar pasar de 25Km era garantía de terminar con molestias. Ya puestos en marzo la cruda realidad me he hizo ver que a Penyagolosa no iba a llegar. Resulta muy frustrante sentir que aunque fisicamente estás muy bien (así me sentía), una «nimiedad» en el pie no te permite alcanzar tus metas. En fin como me sentía fuerte en lo físico seguía con la ilusión de poder llegar a Lavaredo.

Llegamos a este punto y visto que el tratamiento que estaba realizando con el fisio no avanzaba intenté cambiar de tratamiento probando la EPI que tan bien le ha ido a otros corredores. Este tratamiento es doloroso y cuando tienes una aguja clavada en la fascia del pie y recibiendo descargas eléctricas ves las estrellas. En fin solo la ilusión de poder correr otra vez puede compensar las sesiones recibidas en las que entraba andando y salía sin poder apoyar el pie durante dos o tres días.

Estuve entrenando durante Abril, Mayo y Junio incrementando paulatinamente los Km para ver hasta donde me aguantaba el pie. Llegue a hacer entrenos de más 30Km sin demasiadas molestias. Pero aunque lo intentaba ignorar notaba que las cosas no iban lo suficientemente bien para abordar una carrera de 120Km. El agresivo tratamiento de la EPI me permitió que mejorara la fascitis (me dolía menos) pero no me curó del todo. Después de ocho sesiones (lo normal son dos o tres) seguía teniendo dolor al correr y a dos semanas de Lavaredo decidí que hasta aquí habíamos llegado con la EPI.

En fin, teniendo ya el viaje organizado y acompañado de buenos amigos en junio decidí ir a Lavaredo, disfrutar del evento y de esas impresionantes montañas y ver si por casualidad, se cruzaban los astros y conseguía terminar.

La crónica de Lavaredo la podéis leer aquí. El titular: lo intente y no puedo ser.

De Lavaredo no me traje el chaleco de finisher pero si saque varias importantes decisiones con las que afronté la segunda parte del año.

  • Después de 14 meses, 2 podólogos, 4 traumatólogos, 3 físios, más de 45 sesiones de rehabilitación (probando distintas técnicas) y unas plantillas que no me sirvieron para nada creo que realice todo lo que estaba en mi mano para recuperarme siguiendo la medicina tradicional. Resultado mucho dinero gastado y muy pocos resultados. Conclusión: abandono esta linea de tratamiento.
  • Doy el año por amortizado y lo dedico solamente a recuperarme sin pensar en intentar más carreras durante el año.
  • Dejo de correr hasta que las molestias hayan disminuido considerablemente o prácticamente desaparecido. No tengo prisa, si hace falta un año, pues tocará esperar un año para volver a correr. Es posible que incluso más, ya veremos. No quiero ni pensar en que la lesión sea crónica.
  • Como no puedo dejar de hacer deporte, lo necesito para equilibrar el día a día, y aprovechando que estamos en verano y el tiempo acompaña decido volver al ciclismo.
  • Comienzo a realizar un rutina dos veces al día para estirar todos los grandes músculos de la pierna desde a la cadera hasta el pie haciendo especial hincapié en gemelos, soleos e ísquios.

Y con este nuevo plan pasé todo el verano. Volví a coger la bici que en los últimos años la había tenido bastante abandonada y volví a disfrutar como antaño de recorrer largas distancias a lomos de la flaca. No hay mal que por bien no venga y la obligación de coger la bici me permitió de nuevo enamorarme del ciclismo. Así cada finde caían etapas más largas, más horas en la bici y con cada vez con mejores sensaciones y disfrute. Así las cosas ni un Km corriendo cayó durante julio, agosto y septiembre pero he de confesar que al final no eché de menos correr. 🙂

A comienzo de septiembre comencé a notar que el pie mejoraba. Por fin ya podía salir a pasear con los niños por el monte sin estar cojo al terminar. Ello me animó enormemente. Seguramente el descanso ayudó en la mejora, pero creo que lo que más me favoreció fueron los ejercicios de estiramientos que seguía realizando todos los días. Después de tres meses realizándolos notaba la musculatura de la pierna mucho menos tensa y como consecuencia de ello parecía que la fascitis comenzaba lentamente a remitir. 🙂

A mitad de septiembre decidí que había llegado el momento de probar de nuevo. Muy lento al principio y con distancias cortas comencé a correr solo un día a la semana.  En las primeras carreras notaba algunas leves molestias en la zona que no parecían provenir de la fascia y las sensaciones eran bastante buenas. Por supuesto no deje los estiramientos diarios ni la bici que seguía siendo mi deporte principal.

A mitad de octubre decidí comenzar a realizar dos salidas a la semana y las molestias desaparecieron durante la carrera, ahora solo me molestaba después de correr y eran un poco más leves que el mes anterior. El tema pintaba bien. :-). Así poco a poco y mes a mes fui aumentando Km y sesiones semanales para terminar el año con 3 sesiones y entorno a unos 45-55Km semanales.

Esta es la gráfica de Km anuales donde se ven claramente las dos partes del año y la vuelta a la actividad.

Sin título

Terminó 2017 y las molestias siguen, aunque ligeras, estando presentes después de cada carrera pero sigo pudiendo correr sin dolor. Aun así todavía no me he me atrevido a superar los 25Km. Si la cosa sigue bien espero poder intentarlo en unos meses, ya veremos porque aun tengo bastante incertidumbre acerca de como puede evolucionar el pie en los próximos meses y aunque aparentemente el tema cada vez va mejor no termino de creerme que la fascitis pueda llegar a desaparecer de mi día a día

En cualquier caso que mejor forma de terminar este complicado 2017 que aprovechar mi estancia de vacaciones en Alicante para disfrutar coronando en siete días los picos que la rodean. Cabeçó, FontCalent, Migjorn y Maigmo cayeron por este orden para completar  64Km con +3800m. Un lujazo para terminar este complicado año y abrir nuevas esperanzas de futuro porque estos picos no los elegí la azar. Desde hace tiempo tengo pensado una ruta que los uniría para hacer en una sola etapa los cuatro, uno de esos sueños que se cocinan a fuego lento y que siempre permanece en la recamara de los sueños. Tal vez algún año caerá.

Sin título.jpg

Para 2018 intentaré volver a correr de nuevo alguna Ultra, el optimismo y la ilusión nunca se deben perder, y de momento estoy apuntado al GTP, carrera conocida y en casa. Espero llegar en condiciones. En cualquier caso pase lo que pase realmente el simple hecho de poder volver a salir a correr por la montaña, como ya estoy haciendo casi todos los fines de semana, es ya un premio impagable.

descarga (2).png

Así que este año para Reyes tiré de poco original y solo pedí una cosa: salud.  Si esto no falta el resto seguro que llegará.

 

 

 

 

 

 

 

 

Alberto Contador. ¡Gracias!

Sin título

«Quiero que la gente disfrute en sus casas»
Alberto Contador. Después de la etapa 13 Tour de Francia 2017

No soy de adorar ídolos pero mi idilio con Alberto durante estos últimos años ha sido ciertamente especial. En un ciclismo actual donde todo está tan medido, donde los pinganillos marcan las reglas, donde casi no se ataca hasta el último Km de las etapas y donde, en mi opinión, se ha perdido parte de la épica que envolvía este precioso y esforzado deporte, ahí llegó Alberto para recordarnos gestas de antaño, demostrando que otro ciclismo todavía era posible.

Esta última Vuelta a España, también su última grande antes de su retirada, ha sido una demostración de todas sus virtudes. Ciertamente fue una pena que a las primeras de cambio en Andorra perdiera, en un mal día, todas las opciones a la clasificación final, pero a cambio hemos tenido el privilegio de ver a un Alberto demostrando todo lo que le hizo tan especial. Durante las dos últimas semanas de carrera ha buscado con ahínco recuperar el terreno perdido en busca del podio resultando en un corredor incomodo para todo el pelotón pero que por encima de todo ha sido un regalo para los espectadores que seguíamos apasionadamente cada etapa. Indiferente a la orografía del terreno o al tiempo un Alberto con ganas desaforadas de agradar a la afición junto con aficionados animándole en las cunetas de todas las carreteras configuraban un coctel explosivo que prometía espectáculo en cualquier momento. Y así fue ¡Vaya dos últimas semanas que nos ha regalado el de Pinto! Cuanto vamos a echar de menos los aficionados esa actitud combativa hasta la extenuación.

gra334-madrid-10-09-2017-el-corredor-madrileno-del-equipo-ciclista-trek-alberto-contador-alza-la-bandera-de-espana-durante-la-ultima-etapa-de-la-vuelta-a-espana-con-salida-en-arroyomolin

Porque Alberto siempre ha entendido el ciclismo de una manera especial y lo decía repitiendo «el aficionado tiene que disfrutar con lo que hacemos,  para eso estamos».  Y esa actitud no se ha quedado solo en fácil verborrea sino que lo demostraba constantemente regalándonos a los aficionados espectáculos grandiosos que entraban por derecho propio en el libro de la historia del ciclismo como grandes épicas o como desastrosos «fiascos», si es que el intentarlo, dándolo absolutamente todo como siempre ha hecho Alberto, se le puede llamar «fiasco», desde luego yo no lo comparto.

Atacar siempre es una maniobra arriesgada que muchos intentan retrasar hasta el último momento, así si se falla la caída no es tan grande pero Alberto no era de esos. Atacaba en cualquier momento aunque fuera lejos, estaba es su ADN y, claro, como todas las aventuras arriesgadas el resultado era incierto y aunque muchas se quedaran sin premio para el devenir de la carrera de turno siempre resultaban agradecidas por los espectadores, ávidos como estamos de grandes historias y hazañas.

Y siendo así Alberto no podía dejar el ciclismo sin antes escribir una nueva página. En la penúltima etapa nos regalo otra perla, su último gran ataque. De nuevo un ataque desde lejos, un ataque inimaginable para muchos, un ataque a priori condenado al fracaso pero sin dudas un ataque que solo puede surgir de genialidad y amor a un deporte. Arrancó en la bajada del penúltimo puerto «El alto del Cordal» lanzándose con todo en una espectacular y peligrosa bajada, llegando con menos de un minuto al comienzo del Anglirú. Durante la subida Alberto fue cazando a todos los ciclistas que iban delante para a 5Km de meta ponerse en cabeza de carrera con más de un minuto de ventaja sobre el pelotón y coqueteando con el podio en Madrid. La subida fue todo un ejemplo de espectáculo ciclista de alto nivel. Alberto entregándolo todo y dejándose llevar por los gritos de animo de todos los aficionados que poblaban la carretera junto con los más de 1.6M espectadores que seguíamos la carrera por TV y que también le gritábamos desde nuestro salón.

Alberto iba gestionando muy bien la distancia, pero a 2Kms el Sky con Froome y Poels dejan al ya pequeño pelotón de favoritos y comienzan a recortar distancias.  A menos de 1 Km para meta la ventaja era de solo 25″ y bajando, momento incierto. Los Sky volaban y Alberto comenzaba a ceder tiempo. Parece que quedaba poca distancia para que le pillaran pero en el Anglirú cada metro se hace eterno. La distancia se iba reduciendo pero el desgaste por intentar cogerle tambien hace mella en los perseguidores y finalmente Alberto consigue disparar su último tiro como profesional en el alto Asturiano.

gettyimages-Contador.jpgFoto: Getty Images

Gran final para un gran deportista al que los aficionados echaremos muchos de menos.

¡Gracias Alberto!

 

Tantos Kms y momentos encima de la bici dan para muchas anécdotas y situaciones de todo tipo, os dejo con esta entrevista que me ha gustado de Eurosport repasando momentos claves de su carrera.